BuscandoRespuestas
Actualidad médica

El italiano ha dado positivo y declaran cuarentena para los extranjeros recién llegados

04 marzo, 2020

Beatriz Pérez Argüelles

No te pierdas: ‘El Diario de Bea’ »

Nihao!

Hoy me levanto algo más temprano y lo primero que hago es acercarme a la ventana para ventilar la casa (es otra de las recomendaciones que se dan) y no puedo evitar echarle un ojo al cielo que aún sigue descolorido y opaco sobre las vacías calles y la ausencia de ruido. Solo se oyen algunos pajarillos y el sonido de puntuales gotas que parecieran caer lentamente.

¡SÚMATE A NUESTRA COMUNIDAD!

Podrás escuchar nuestros podcast, recibir un boletín semanal con las novedades, escribir comentarios, enviar preguntas…

Voy a la cocina y me preparo un café calentito mientras organizo las clases que siguen siendo de manera online. No mucho más tarde, me pongo el abrigo y salgo a la calle para ir al colegio.
Llego a las 11 de la mañana y no voy preparada para ninguna sorpresa pues me imagino que ya todo seguirá como hasta ahora. Pero me da que me he confundido.

Recibo el primer mensaje desde la administración del colegio para advertirme de que será necesario que mire mi temperatura todas las mañanas y lo anote. Incluso me dan el horario para tomarme la temperatura por las tardes en el colegio (de 14 a 15h), así durante 14 días.

No mucho más tarde, recibo otro para advertirme de la “terrible” noticia: se ha localizado en Shanghái una nueva contagiada, de nacionalidad italiana, procedente de un vuelo desde Moscú el 26 de febrero. Adiós.

No me ha dado casi tiempo a sentir la ausencia de gritos, de niños pequeñitos vestidos de uniforme beis y verde diciendo “hi miss”, no logro cruzarme con ningún estudiante que saluda eufórico en español (pues poco a poco se iba haciendo popular el decir hola entre los alumnos de bachillerato), no hay risas, ni libros, ni el sonido que anuncia que una clase acaba y otra empieza. Los bancos están desocupados, la pista de atletismo vacía, las canchas de baloncesto (el deporte preferido por los estudiantes) despobladas y las aulas brillan, frías, por su ausencia.

Entre mi visita a las aulas, a mi oficina y al comedor del colegio, siguen sonando insistentes los mensajes. Y llegó lo que más temía: debes quedarte en casa 14 días sin salir.

Intentan persuadirme de que es por mi seguridad, me ofrecen el abastecimiento de desayuno, comida y cena que me traerán a casa de forma gratuita cada día. Pero no terminan de convencerme de que esto realmente sea necesario.

Me advierten de que esta medida se está tomando, de la misma manera, con otros profesores extranjeros recién llegados, pero ¿si hay aún tanto riesgo, a qué ha venido hacernos venir? ¿por qué nos han anunciado el inicio de las clases cuando no es así? En un principio iba a ser el 2 de marzo, que se retrasó al 6 y una vez pospuestas para mediados de marzo, no parecen estar del todo convencidos.

Me reúno con una profesora china del departamento de español en el comedor del colegio, donde no se nos permite compartir mesa para comer, pero sí se ofrece comida para llevarse cada uno a su domicilio.

Cubierta con una mascarilla y la capucha del abrigo, me cuesta reconocerla, pero es ella. Ahí está, dice que bien protegida pues este virus, insiste, no es solo una gripe, ha matado a muchas personas y por su seguridad debe protegerse y permanecer el mayor tiempo posible en casa.

Sigue muy preocupada, aunque el número de contagiados se ha reducido notablemente, porque “el COVID-19 es una amenaza mundial que ya está afectando a muchos países”.

Prefiere hacer caso a las recomendaciones de su gobierno, pues piensa que “actúa democráticamente” anteponiendo la seguridad individual antes que cualquier cosa y piensa que todas las medidas que se están llevando a cabo no hacen más que frenar al peligroso virus inteligente, que se teme que ni el calor pueda erradicarlo.

Muestra bastante confianza en su país e incluso dice “ahora no llevar mascarilla por la calle es como ir desnudo”.

Frente a sus nuevas condiciones laborales no muestra ningún descontento, temiendo ver su salario reducido a la mitad pues las clases online se ha declarado que se impartirán de forma gratuita.
Lo que sí le tiene más preocupada son los estudiantes que años atrás ya se mudaron a España y siguen viviendo allí ¿están sufriendo algún tipo de xenofobia? España no está tomando las medidas de seguridad convenientes dada la nueva cifra de contagiados, es, por tanto, ¿un país seguro para ellos?

Lo que está claro es que, tras dos meses de noticias, de incertidumbre y de preguntas que nadie nos responde, seguimos sin saber nada. Y, por el momento, lo que era una “simple gripe” ha detenido todo un país de más de mil millones de habitantes; un país donde el ajetreo y el movimiento eran protagonistas a todas horas del día, y que hoy ha sido arrasado por la ausencia y el silencio.

Con todo esto, me voy a mi cuarentena. Vuelvo a casa, desde donde intentaré iros contando cada día un poquito más a base de teléfono, mensajes de texto, televisión…

Baibai

Noticias relacionadas