BuscandoRespuestas
DestacadaSalud

Los expertos insisten en la necesidad de ventilar correctamente los espacios interiores para prevenir la Covid-19

  • Con el fin de actualizar las evidencias científicas y actualizar los sistemas de prevención, expertos nacionales e internacionales han participado en la charla "Verdades y bulos acerca de la evidencia de las medidas sociales de restricción para la contención de la pandemia COVID-19" celebrado en la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
  • Los aerosoles son la principal vía de contagio de la COVID-19, por lo que algunas de las medidas restrictivas que se han impuesto a la población para evitar los contagios no son eficaces.
  • Los expertos y SEPAR dan las claves para potenciar la lucha contra la pandemia de coronavirus.

05 julio, 2021

Rebeca Gil

Han pasado apenas 10 días desde que la mascarilla ha dejado de ser obligatoria en el exterior y a pesar de ello son muchos los que la siguen llevado. Y es que durante este año largo hemos aprendido mucho sobre la mejor forma de evitar la transmisión del SARS-CoV-2.

Pero todavía quedan algunos comportamientos adquiridos al inicio de la pandemia que, año y pico después, la evidencia científica ha demostrado que son completamente inútiles para protegernos de la Covid-19.

Te puede interesar: ¿Y si no debiéramos quitarnos aún la mascarilla? Los peligros de la variante Delta, la más contagiosa

¡SÚMATE A NUESTRA COMUNIDAD!

Podrás escuchar nuestros podcast, recibir un boletín semanal con las novedades, escribir comentarios, enviar preguntas…

Particulares y empresas siguen gastando dinero en medidas anti-covid, como mamparas separadoras, productos para desinfectar superficies, guantes, que realmente no van a impedir la transmisión del coronavirus.

Con el fin de actualizar las evidencias científicas y actualizar los sistemas de prevención, expertos nacionales e internacionales que han participado en el webinar «Verdades y bulos acerca de la evidencia de las medidas sociales de restricción para la contención de la pandemia COVID-19» celebrado en la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)

Las conclusiones de los expertos son claras. Los aerosoles son la principal vía de contagio de la COVID-19, por lo que algunas de las medidas restrictivas que se han impuesto a la población para evitar los contagios no son eficaces, mientras que otras medidas siguen siendo eficaces y recomendables.

Entre estas últimas, el uso de mascarillas ajustadas a la cara para que no haya fugas; celebrar las reuniones de trabajo y familiares al aire libre; ventilar los espacios cerrados y, si no es posible, instalar filtros de partículas (por ejemplo, de alta eficiencia HEPA), y evitar limpiadores de aire químicos y electrónicos, son las medidas más efectivas para evitar la transmisión.

La infección por el aire, casi lo único importante

Hace tan sólo un año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostenía que el virus del SARS-CoV-2 se transmitía a través de unas gotas pesadas (droplets en inglés), que se expulsan al toser o al hablar y que no quedan flotando en el aire, sino que caen al suelo rápidamente cerca del infectado.

Pues bien, recientemente tanto la OMS como los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades), de Estados Unidos, han reconocido lo contrario, que los aerosoles -partículas que se exhalan, muy pequeñas, y que quedan suspendidas en el aire – son la principal vía de contagio de la COVID-19 y que las gotas pesadas no lo son.

Te puede interesar: Cómo el uso de mascarilla venció a otras pandemias: ¿deberíamos dejar de usarla cuando acabemos con la COVID-19?

«Este ha sido uno de los errores más graves de la salud pública porque han dicho que no pasaba casi lo único que pasa», ha destacado el doctor José Luis Jiménez, catedrático de química y ciencias ambientales de la Universidad de Colorado. «La infección por aire es casi lo único importante».

Ante la nueva evidencia científica, Jiménez ha señalado que la medida recomendada de 1-2 metros de distancia social funciona, pero no porque al alejarse de una persona portadora del virus, las gotas pesadas caigan al suelo, sino sobre todo porque se deja de respirar el aire que esa persona exhala.

Esta vía de contagio es la misma para la Covid-19 y es importante para muchos otros virus respiratorios como el de la gripe.

prevenir la Covid-19

«Una pandemia de interiores»

También «es más fácil contagiarse en interiores que en exteriores. Esta ha sido una pandemia de interiores», ha puntualizado el experto.

En el exterior, las personas se pueden contagiar de aquella con la que hablan cerca, pero los casos de superpropagación, se han producido sólo en interiores.

En cambio, el riesgo de contagiarse con partículas contaminadas presentes en las superficies (fómites) es muy bajo, de 1 caso por 10.000, según la nueva evidencia científica resumida por los CDC de EEUU.

Ante estas nuevas evidencias científicas, el doctor Jiménez destaca que determinadas medidas que siguen vigentes no son útiles, por ejemplo, las mamparas laterales que sólo son en una situación de cajero.

Además, el experto cree que la ciudadanía debe dejar de malgastar dinero en comprar productos para limpiar las superficies o desinfectar la compra del supermercado, salvo en lugares como los hospitales, donde se debe continuar la desinfección de pomos e interruptores.

Y un aspecto más que, de ahora en adelante con pandemia o sin ella, las manos se deben lavar con frecuencia, porque es una medida preventiva frente a todos los patógenos.

Por otro lado, el experto insiste en que las reuniones de trabajo y de familia se deben celebrar al aire libre.

Y también es esencial controlar nuestro nivel de voz y hablar menos, porque se ha demostrado que hablar fuerte y hablar más aumenta la transmisión de la COVID-19, por lo que se recomienda hablar menos o más bajo y no hablar en el transporte público.

En las casas, bares y restaurantes son lugares donde se tiende a hablar y se han constatado casos de superpropagación que no han ocurrido en lugares donde las personas no hablan.

En cuanto a las mascarillas, señala que son un filtro frente a los aerosoles, pero puntualiza que «este filtro debe ser de buena calidad y ajustarse bien para que no haya fugas».

Las mascarillas N95 y FFP2 son filtros de calidad y permiten respirar bien, pero no siempre se apoyan y sellan bien en la cara.

El experto además avanza que la próxima generación de mascarillas será la de «las semimáscaras elastoméricas que conectan a una pieza de silicona que se aprieta muy bien y no hay fugas».

Insistir en la ventilación de interiores

El catedrático de la Universidad de colorado insiste en la importancia esencial de la ventilación de los espacios interiores.

Para ello, se deben abrir las ventanas continuamente para ventilar y, si no es posible ventilar, se deben instalar filtros (como los HEPA de alta eficiencia, aunque también sirven filtros más baratos construidos con un ventilador normal) para limpiar el aire en espacios cerrados, así como medir el CO2 en interiores.

Al este respecto, el doctor Jiménez defiende colocar un display público para que la población pueda saber en todo momento que se está en un lugar bien ventilado.

En cuanto a otros sistemas que se están ofreciendo para mantener el aire en condiciones, Jiménez advierte que nunca se debe recurrir a la química (ozono, iones, hidróxilos, etcétera) porque puede provocar reacciones químicas con las personas presentes y con los contaminantes del aire interior, produciendo sustancias más peligrosas.

Se están vendiendo como limpiadores de aire productos de dudosa eficacia contra el virus y que pueden tener efectos negativos sobre la salud.

¿Se puede alojar el SARS-CoV-2 en los conductos de ventilación?

Actualmente, no hay evidencia suficiente de que la infección por SARS-CoV-2 sea causada por aerosoles infecciosos que se distribuyen por los conductos de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (CVAC) y el riesgo de que esto suceda es muy bajo.

Estos sistemas filtran bien las gotas grandes con SARS-CoV-2, pero es posible que las gotas pequeñas (aerosoles) se esparzan a través de un CVAC dentro de un edificio y de un sistema autónomo de aire acondicionado, si el aire es recirculado.

Por otra parte, «los sistemas de CVAC pueden tener un papel complementario en la disminución de la transmisión en espacios interiores si se aumenta la tasa de cambio de aire y se aumenta el uso de aire exterior».

Al respecto, se han publicado estudios que han aportado evidencia científica en dos sentidos: los que han hallado que los sistemas de ventilación, calefacción y aire acondicionado contribuyen a la propagación del virus y los que han hallado que estos sistemas pueden servir como estrategia para el control de la enfermedad.

«Si bien no hay datos para especificar y cuantificar los requerimientos de ventilación de edificios, sí se puede afirmar que el aumento de la renovación del aire y el aumento de aire exterior puede contribuir a la disminución de transmisión en espacios interiores», concluye la doctora neumóloga Carmen Diego.

Un estudio sobre 318 brotes en 416 lugares encontró que 254 de estos casos se contagiaron en el domicilio; 108 en el transporte; 14 (3,3%) en restaurantes; 7 (1,68%) en centros comerciales; y 7 (1,68%) y lugares de entretenimiento.

El resto de casos se contagiaron en una miscelánea de lugares, entre hospitales, habitaciones de hotel…

Esto supone que, de este total, el 6,6% de todos los brotes ocurrieron en restaurantes, centros comerciales y lugares de entretenimiento, como las salas de espectáculos, concluye Carmen Diego.

Por ello la especialista insiste en la importancia de trabajar en soluciones para evitar la recirculación del aire y para mejorar la calidad del aire en interiores y su renovación.

Noticias relacionadas