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¿Cuál es la verdad sobre la inmunidad de grupo de la que ahora todos hablan?

  • La información publicada ayer por los medios españoles asegurando que hemos alcanzado la inmunidad de grupo tiene varios peros
  • No sale de una información científica, ni siquiera está escrita por una científico, y no ha sido publicado en la revista médica The Lancet
  • La OMS dice que Europa es ahora el epicentro de la pandemia en el planeta, y estiman que habrá medio millón de muertos este invierno

05 noviembre, 2021


Eduardo Costas.
Catedrático de Genética de la UCM.
ACADÉMICO CORRESPONDIENTE DE LA REAL ACADEMIA NACIONAL DE FARMACIA

 

La mayoría de los medios de comunicación españoles comentaron ayer la aparentemente magnífica noticia de que «según la prestigiosa revista médica The Lancet» España podría haber alcanzado ya la inmunidad de grupo frente a la COVID-19.

Necesitados de esperanza mucha gente se alegró.

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Porque si alcanzamos la inmunidad de grupo nuestra vida podría volver a ser igual que antes de que el SARS-CoV-2 diese el salto a los seres humanos.

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La OMS opina muy diferente

Sin embargo, esta noticia contrasta con las declaraciones de la OMS, según la cual

«Europa es en este momento el epicentro de la pandemia en el planeta».

Dicha organización estima que la Covid-19 podría matar a otro medio millón de personas durante este invierno.

También en nuestro país se está produciendo una lenta subida de la incidencia acumulada y ya estamos en una fase de riesgo medio, con 51,6 contagios por 100.000 habitantes.

¿Cómo puede haber tantas discrepancias entre 2 organizaciones científicas tan relevantes como la OMS y The Lancet? ¿Quién tiene razón?

¿Alguien ha leído esta afirmación en ‘The Lancet’?

Saber si se ha alcanzado o no la inmunidad de grupo es un problema científico. No es una cuestión de opinión, ni de ideología, ni tampoco de buenos deseos. Las leyes de la ciencia se cumplen, aunque no se entiendan o no se crea en ellas.

Si leemos la fuente original de donde buena parte de los medios de comunicación sacaron la conclusión de que España podría haber alcanzado la inmunidad de grupo (la supuesta publicación en ‘The Lancet’), se comprueba que:

1. No se trata de un artículo científico en el que se analicen los resultados de un estudio riguroso aplicando el método científico y que tras un severo proceso de revisión por pares consigue publicarse en la revista médica rigurosa.

2. Tampoco está escrito por ningún científico o médico.

3. Ni siquiera está publicada en ‘The Lancet’, por más que muchos medios de comunicación lo hayan dicho.

Tampoco se trata de un editorial donde un reputado científico o médico, miembro del comité de ‘The Lancet’, escribe su opinión.

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Quién, dónde y cómo está publicada esta noticia

En realidad se trata tan solo de una noticia altamente especulativa, publicada por el periodista Tony Kirby, que es un experto en la promoción de noticias médicas.

Si has hecho un descubrimiento científico y quieres promocionarlo en los medios de comunicación, Kirby tiene una empresa que hace justamente eso. Y lo hace muy bien.

Tampoco está publicada en la mítica revista médica ‘The Lancet‘, sino en otra revista del mismo grupo, de menos impacto, llamada The Lancet Respiratory Medicine.

Kirby, que no ha efectuado ningún riguroso estudio al respecto, sino un somero análisis de datos sobre vacunados, infectados y muertos, y ha entrevistado a un experto, demuestra ser un buen periodista de raza, pues desde el propio título del artículo (“¿Ha alcanzado España la inmunidad colectiva?”) hasta su final tan solo habla de la posibilidad de que esto hubiese podido ocurrir.

Pretendió que se hablara del tema y lo consiguió con creces.

Hemos alcanzado, o no, la inmunidad de grupo

La realidad es que a día de hoy nadie puede saber con certeza si en España hemos alcanzado o no la inmunidad de grupo.

En todo caso la mayoría de los indicios indican lo contrario.

Para empezar la inmunidad de grupo no es algo que se produzca «milagrosamente» a partir de un valor concreto de vacunados e infectados que hayan superado la enfermedad.

A pesar de lo mucho que se ha dicho no es cierto que se alcance esa inmunidad a partir de una determinada cifra «mágica», pongamos por caso el 80% de inmunizados

¿Significaría eso que con un 79,99 % no tendríamos inmunidad de grupo, pero sí la tendríamos con un 80,01%?

La realidad es mucho más compleja y desafortunadamente menos predecible.

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¿Qué es la inmunidad de grupo?

Mientras más inmunizados (vacunados + contagiados que superaron la enfermedad) haya en una población, al virus le quedará menos gente a quien infectar.

Pongamos un ejemplo:

  • Con un 60% de inmunizados, al coronavirus todavía le queda un 40% de las personas a las que contagiar.
  • En cambio, con un 95% solo tendrá el 5% de la población en la que reproducirse.

Así, cuando el número de inmunizados es muy grande, al virus le quedará tan poca gente a quien infectar que podría extinguirse en cualquier momento si, por suponer el mejor de los casos, todos los susceptibles al contagio se mantienen sin ningún contacto entre sí.

Pero en todo caso se trata de un fenómeno que sigue una distribución continua, y la extinción del virus depende en gran medida del azar.

Por qué es difícil con el SARS-CoV-2

En el caso del SARS-CoV-2 es muy difícil que logremos la inmunidad de grupo de la que tanto hablábamos cuando apenas conocíamos al virus.

Es cierto que quienes ya pasaron la enfermedad y quienes están vacunados se contagian mucho menos, y cuando lo hacen es raro que sufran manifestaciones severas de la enfermedad.

En ese sentido, mientras más gente esté en este grupo habrá menos contagiados, menor presión hospitalaria y muchos menos muertos.

Pero algunos de los inmunizados se contagian. Y eso hace que el SARS- CoV- 2 todavía siga, y seguirá, siendo peligroso. Porque mantiene la capacidad de continuar contagiando a algunos de los vacunados, e incluso de matar a una fracción muy minoritaria de estos.

Tampoco conseguir la inmunidad de grupo tiene por qué ser algo bueno en sí mismo.

Durante las pandemias de peste medieval se llegó en muchos sitios de Europa a la inmunidad de grupo. Pero como no había vacunas, para conseguirla tuvo que morir más del 60% de la población.

Lograr la inmunidad de grupo a costa de la muerte de 2 de cada 3 personas no parece una buena noticia.

La estrategia equivocada

En el caso de la Covid-19, a los países que siguieron la estrategia de conseguir la inmunidad de grupo (como Reino Unido, Bélgica, Brasil o Suecia) les fue infinitamente peor que a quienes intentaron lo contrario (como Nueva Zelanda).

Todavía les sigue yendo mucho peor.

Por ejemplo el Reino Unido o Bélgica, que abandonaron hace tiempo esta estrategia suicida, siguen pagando su error y siguen manteniendo a día de hoy una incidencia acumulada muy alta (873 y 809 casos por 100.000 habitantes respectivamente).

Dice el refrán que «El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra».

En el caso del coronavirus hemos tropezado muchas veces y lo seguimos haciendo, porque aplicando rigurosamente el método científico, la única manera de vernos libres del coronavirus es extinguirlo.

La estrategia necesaria

El coronavirus no entiende de fronteras. Y para extinguirlo, queramos o no, hay que seguir una estrategia de lucha contra el SARS-CoV-2 a nivel mundial.

Y la única estrategia biológicamente sensata es que cuando alcancemos cifras de incidencia muy bajas es cuando más tenemos que esforzarnos. Porque llegados a ese punto, una buena política de rastreo de los últimos casos podría extinguir al virus.

Mientras no hagamos eso y sigamos celebrando noticias que periodísticamente pueden ser atractivas, pero científicamente no son reales…

Mientras sigamos dándole al SARS-CoV-2 la oportunidad de que logre un mutante de escape a las actuales vacunas… no habremos acabado con una pandemia que ahora, además de matarnos, resulta que nos aburre y nos cansa.

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