P.- ALFONSO: Estoy convaleciente de coronavirus, ya en fase final curación. Sufro episodios de nerviosismo, que se acentúan cuando voy a medirme la tensión arterial. El hecho de colocarme el tensiómetro me dispara las pulsaciones y desvirtúa las cifras de la tensión.
Sufro ansia por obtener buenas cifras y hace que me ponga nervioso. Ya probé métodos, pero sin resultado. Estoy seguro de que en ausencia de nerviosismo los números serían más bajos. Cuando aprieta el brazo el aparato ya siento subir las pulsaciones.
Soy obsesivo reconocido, con lo que ya tengo metido el problema en la cabeza y será difícil quitarlo. Con todo me siento sobremedicado por las irreales cifras que presento en ese estado de ansiedad.
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Gracias y saludos.
R.- Hola Alfonso, supongo que en tu caso el tomarte la tensión debe ser debido a alguna prescripción médica para controlarla y tomar nota de ello para comentarlo con tu médico.
Si bien es cierto que la tensión se puede desregular si nos sentimos nerviosos, el hacer una gran cantidad de mediciones permite tener una idea de cómo está tu cuerpo a medio plazo y si hay estabilidad en los resultados o no. Tu médico puede tener en cuenta el desfase entre la tensión arterial real y las variaciones causadas por los nervios.
Quizás te ayudaría saber que muchas personas reaccionan de forma parecida a ti cuando usan el tensiómetro, puesto que es algo similar a un examen y esto ya de por si nos conecta con un poco de miedo.
Una posibilidad que quizás no has contemplado es hacer un tratamiento psicológico de afrontamiento del miedo y la ansiedad ante la toma de mediciones que te permita tener un buen control de tus emociones y de las reacciones de tu cuerpo. Seguramente habrá que buscar cuál es el inicio de este miedo y ver si está relacionado con alguna experiencia vivida que quizás no recuerdas, pero que está aportando un sentido de peligro a algo que no lo es.
Este tipo de experiencias pueden estar relacionadas con aspectos muy variados de nuestra vida, desde la escuela, los exámenes, las valoraciones, como auto exigencias, exigencias externas o sucesos traumáticos superados, pero que dejan algunas secuelas, o bien experiencias relacionadas con la salud y la enfermedad.
Te animo a hacer un repaso de tu historia vital para luego poder compartirlo con un terapeuta que te acompañe a deshacer esta conexión y te ayude a tener un buen control emocional.