P.- ENCARNI: Hola, nunca tuve ansiedad, y dormía muy bien, pero a raíz del confinamiento tengo días que me cuesta, como que no me deja a fondo. Eso va acompañado de ruidos de tripas eructos etc. A veces tengo mucha hambre y otros días no, y ahora ya también me da por llorar…. Gracias.
R.- Encarni, el confinamiento ha provocado que tengamos que adaptarnos a una situación para la que no estábamos preparados y que ha hecho que muchos de nuestros hábitos y rutinas se viesen alterados.
Debido a esos cambios, nuestros ritmos de sueño y de apetito suelen resentirse y desordenarse, por lo que el apetito va y viene. Y esos ruidos de tripas y eructos, pueden ser debidos a estos desarreglos en la alimentación y a, quizás, no tener buenas digestiones.
¡SÚMATE A NUESTRA COMUNIDAD!
Intenta mantener un horario de comidas y descanso, que siempre sea el mismo, y, en el caso de no tener apetito cuando sea la hora de comidas, ingiere pequeñas cantidades o algo ligero. En cuanto al descanso intenta realizar alguna técnica de relajación antes de acostarte.
Comparte tus sentimientos de tristeza y desánimo con las personas de tu confianza, que sepan escucharte y comprenderte. Sentirte acompañada por ellos te hará sentir mejor.