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Cambiar las carnes rojas por pescado azul puede disminuir la migraña

  • Las personas con una dieta alta en omega 3 y baja en omega 6 pueden experimentar mejoras en sus migrañas.
  • Los expertos señalan que para ello se debe seguir una dieta con menos carnes rojas y más pescados y frutos secos.
  • Esto podría mejorar la vida de pacientes con migraña, una de las enfermedades más discapacitantes de la humanidad.

09 julio, 2021

Patricia Díaz

Cambiar el consumo de ciertos ácidos grasos puede disminuir la gravedad de la migraña, una de las mayores causas de discapacidad en el mundo.

En concreto, se ha demostrado que los ácidos grasos omega 3 disminuyen la inflamación y algunos derivados del omega 6 promueven el dolor.

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El estudio se ha llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte y ha sido publicado en la revista The BMJ.

La mejor receta contra la migraña

Para ver si la cantidad de estos ácidos grasos en la dieta podría afectar a la migraña, se inscribieron 182 personas diagnosticadas en este ensayo aleatorizado.

Los investigadores idearon tres dietas diferentes y, de este modo, dividieron a los pacientes en grupos:

El primer grupo contaba con una dieta de control que mantuvo la cantidad promedio de ácidos grasos omega 6 y omega 3 que consume una persona que vive en Estados Unidos.

El segundo grupo tuvo una dieta que aumentó el omega 3 y mantuvo los ácidos grasos omega 6 en niveles promedio.

Por último, la dieta del tercer grupo aumentó los ácidos grasos omega 3 y disminuyó los omega 6.

Los participantes también recibieron un diario electrónico para registrar cuántas horas al día tenían dolor de cabeza. Además, todos ellos seguían tomando sus tratamientos habituales.

Los resultados fueron claros: aquellos que siguieron la dieta alta en omega 3 y baja en omega 6 experimentaron la mayor mejora.

En la misma línea, los pacientes que siguieron cualquiera de las dietas experimentaron menos dolor que el grupo de control.

La importancia de una dieta equilibrada

Los investigadores destacan que debido a la cantidad de alimentos procesados que se consumen en la actualidad, tomamos más ácidos grasos omega 6 y menos omega 3.

Nuestros antepasados comían cantidades y tipos de grasas muy diferentes en comparación con las dietas modernas.

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Actualmente, los ácidos grasos poliinsaturados, que nuestro cuerpo no produce, han aumentado sustancialmente y, como destaca este estudio, es algo que se debe equilibrar.

Este aumento se debe a la adición de aceites como el de maíz, soja y semilla de algodón a muchos alimentos procesados como patatas o galletas saladas.

Por ello, una de las recomendaciones más extendidas y habituales para mejorar la salud es que basemos la alimentación en alimentos frescos.

Omega 3 y Omega 6

Como señala este estudio, debe haber una correlación correcta entre los ácidos grasos omega 3 y 6.

Lo ideal para conseguir ese equilibrio es seguir una dieta con menos carnes rojas y embutidos y más verduras, pescados y frutos secos.

El consumo de ácidos grasos esenciales omega 3 lleva asociados beneficios sobre la prevención de enfermedades cardiovasculares

También tiene efectos sobre el sistema inmunológico y se asocia con la prevención de enfermedades inflamatorias y de la piel.

Los mariscos y los pescados, especialmente el pescado azul (atún, salmón, sardina, caballa, jurel, anguila…), el aceite de oliva, las carnes, la leche o los huevos son fuentes de omega 3.

También se considera esencial la ingesta de ácidos grasos omega 6, puesto que contribuyen a regular la energía y aporta beneficios sobre la salud ósea y de la piel.

Las semillas y los aceites derivados de semillas (girasol, maíz y sésamo), los frutos secos (nueces, piñones, cacahuetes, almendras), la quinoa o los cereales integrales, contienen omega 6.

Migraña: una enfermedad discapacitante

La migraña es un desorden neurológico que se manifiesta en un dolor de cabeza intenso o grave y que puede estar acompañado de vómitos e intolerancia a la luz y al sonido.

Según la OMS, es la 8ª enfermedad más discapacitante de la humanidad en días de capacidad por años vividos.

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Afecta a la parte frontal o a toda la zona del cráneo y se presenta en forma de crisis o ataques. Existen dos tipos principales de migrañas:

  • Migraña sin aura (migraña común): Provoca un dolor palpitante en un lado de la cabeza de moderado a intenso y empeora con la actividad física normal. El dolor dura de 4 a 72 horas si no se trata.
  • Migraña con aura (migraña clásica): Algunas personas que experimentan migrañas tienen un aura hasta 30 minutos antes de que tengan una migraña. Los síntomas del aura incluyen ver líneas onduladas, luces intermitentes u objetos que se ven distorsionados.

Respecto a su tratamiento, la migraña es una enfermedad crónica que te acompañará toda la vida.

Aunque no conlleva un riesgo de muerte, en algunos casos puede provocar incapacidad. No existe cura, pero es una enfermedad manejable.

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