Ahora hablamos hasta de más de dosis de refuerzo. Pero cuando en diciembre de 2020 comenzaba la vacunación contra la Covid-19, todos esperábamos con ansia que abrieran la vacunación a nuestro tramo de edad.
De hecho, dimos una lección a medio mundo alcanzando unos niveles de vacunación récord.
Pero, curiosamente, la irrupción de la variante Ómicron ha frenado la administración de la dosis de refuerzo.
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Y así, mientras que 38.391.658 españoles tienen dos dosis (el 81% de la población), la dosis de refuerzo sólo ha sido inoculada a 23.540.410 personas, el 49,7% de la población total.
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La tercera dosis ha generado más desconfianza
Cierto es que la incidencia de la Covid-19 han alcanzado niveles no registrados hasta ahora, y muchos esperan cumplir el plazo establecido para vacunarse de nuevo.
Pero aún así, se ha generado mucha desconfianza ante la necesidad de ponerse una dosis más, después de haberse infectado y a pesar de la pauta completa.
Además, a muchos no les convence la idea de que haya que vacunarse de forma recurrente.
Por ello, los epidemiólogos no se cansas de insistir en que la tercera dosis es necesaria y garantiza una mayor protección contra la enfermedad.
Además, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) considera que, si no se producen nuevas mutaciones relevantes del SARS-CoV-2, la vacunación con las tres dosis puede ser suficiente en personas sanas y jóvenes.
Es decir, que para ellos no harían falta más pinchazos.
Pero eso no afecta a las personas con inmunidad reducida.
Esos sí que podrían tener que recibir más dosis de la vacuna, como explican desde el Grupo de Trabajo sobre Vacunaciones de la SEE.
¿Por qué las pautas vacunales son diferentes entre unas personas y otras?
Los epidemiólogos entienden que las diferencias entre las recomendaciones a unos y otros grupos poblacionales que ya hemos visto puedan generar cierta confusión entre la ciudadanía.
Pero tal y como señalan desde la SEE, tiene una explicación:
«Las vacunas disponibles se están usando para vacunar a personas con características muy diferentes de edad y estado de salud. Por ello, no debería extrañar que una misma pauta pueda ser excesiva para unos e insuficiente para otros».
Pensemos en las personas con inmunodeficiencias o con edad avanzada, que según afirman los epidemiólogos de la SEE «pueden haber perdido la mayor parte del efecto en pocos meses».
A esto hay que sumarle que estos grupos poblacionales son más vulnerables a sufrir de forma más grave la infección por SARS-CoV-2.
«Por este motivo, aunque las vacunas son las mismas, las pautas de vacunación han de adaptarse a los diferentes subgrupos de población con el fin de optimizar el beneficio para cada persona».
Y es que, «la COVID-19 en la actualidad es un problema de salud leve para la mayoría, pero todavía puede resultar muy grave para algunas personas», añaden.
Por todo ello, la SEE pide «que se evite generalizar los mensajes sobre la necesidad o no del refuerzo vacunal, que trivializan un problema de salud que es leve para la mayoría de la población, pero que puede ser muy grave para algunas personas».
¿Serán necesarias más dosis de refuerzo?
Los expertos en epidemiología aseguran que todavía «es pronto para dar una respuesta científica a esta pregunta».
Todo depende de la evolución del virus. De que no se desarrollen nuevas mutaciones relevantes.
En el caso de que el virus no mute de forma preocupante:
«La primo-vacunación con tres dosis puede ser una pauta suficiente para personas sanas y jóvenes durante un tiempo largo».
Para personas con inmunidad reducida, sin embrago, pueden ser convenientes dosis adicionales de la vacuna».
Y en el caso de que aparezcan variantes preocupantes del SARS-CoV-2:
«Si se dispone de nuevas vacunas adaptadas a las nuevas variantes circulantes, puede ser conveniente su administración, como se hace con la vacuna antigripal».
Si el coronavirus se volviera más virulento y no hubiera para él una vacuna específica:
- «La administración de una dosis adicional de las vacunas actualmente disponibles podría mantener niveles de protección aceptables en las personas más vulnerables».
El Grupo de Trabajo sobre Vacunaciones de la SEE es consciente de la complejidad de establecer recomendaciones
- Adecuadas a las características de la persona,
- sustentadas en evidencias científicas,
- viables en su aplicación a escala poblacional y que, además,
- mantengan principios básicos como la equidad.
Pero de lo que sí están seguros en la SEE es de que la dosis de refuerzo es necesaria para proteger de la COVID-19 a las personas sanas y jóvenes.
Además, recomiendan que ante cualquier duda que nos pueda surgir, lo mejor es
. «Acudir a fuentes fiables para informarse sobre el proceso de vacunación y seguir las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de la Comunidad Autónoma».
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