BuscandoRespuestas
Salud

El final de la hepatitis C más lejos a causa de la pandemia

  • La pandemia podría provocar un retraso de al menos dos años en la eliminación de la hepatitis C en España.
  • Los pacientes tratados de hepatitis C al mes ha pasado de 1.500 a 500.
  • El retraso en el diagnóstico provoca que la enfermedad esté más avanzada, lo que dificulta su curación.

02 octubre, 2021

Rebeca Gil

De 2024 a 2026. Del impacto de la pandemia se podría derivar un retraso de al menos dos años en el calendario de la eliminación de la hepatitis C en España, según afirman los especialistas.

Y esta previsión se podría cumplir «haciendo las cosas bien», explica el doctor Javier García-Samaniego Rey, jefe de Sección de Hepatología del Hospital La Paz (Madrid) y jefe de Grupo del CIBERehd (Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas).

El especialista se refiere en concreto a recuperar las cifras de diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C que había antes de la llegada del coronavirus.

¡SÚMATE A NUESTRA COMUNIDAD!

Podrás escuchar nuestros podcast, recibir un boletín semanal con las novedades, escribir comentarios, enviar preguntas…

¿Qué es la hepatitis C?

Hablamos de una infección vírica que causa inflamación del hígado y que puede llegar a provocar un daño hepático grave. La transmisión de este virus se produce a través de sangre contaminada o de productos derivados de ella, además de por vía sexual si se tienen conductas de riesgo.

Afortunadamente el número de casos ha ido disminuyendo en las últimas décadas gracias al «diagnóstico del VHC en los bancos de sangre, la extensión de los programas de reducción de daños entre las personas que se inyectan drogas y la generalización del uso de material médico desechable», explican desde la Alianza para la Eliminación de Hepatitis Víricas en España (AEHVE).

Una vez que se produce la infección, el periodo de incubación de la enfermedad puede variar entre 2 semanas y 6 meses.

Aunque según los expertos el 80% de los casos cursan de forma asintomática, las principales señales de la infección son:

  • Cansancio.
  • Falta de apetito.
  • Náuseas y vómitos.
  • Dolor abdominal.
  • Orina de color oscuro.
  • Heces claras.
  • Dolor articular.
  • La piel y los ojos adquieren un color amarillento (ictericia).

Entre el 15 y el 50% de los pacientes que pasan la infección de forma sintomática, se cura de forma espontánea. El resto de afectados sufrirán la hepatitis de forma crónica.

Menos diagnósticos y tratamientos a causa de la Covid-19

Hasta la llegada de la pandemia, gracias el diagnóstico precoz y los tratamientos antivirales, el número de afectados por el VHC descendía a buen ritmo. Pero el SARS-CoV-2 ha hecho saltar por los aires las previsiones sobre la erradicación de la enfermedad.

Según la doctora Inmaculada Fernández, jefa de Servicio de Aparato Digestivo del Hospital 12 de Octubre de Madrid, la diferencia entre el número de personas que han accedido al tratamiento en los meses anteriores a la pandemia y las que lo han hecho durante la crisis sanitaria puede llegar al 50 por ciento.

La práctica paralización durante meses de la derivación de pacientes desde Atención Primaria a las consultas de Hepatología y la suspensión temporal de los programas de microeliminación en poblaciones vulnerables son las causas de este retroceso.

Entre los más afectados por estas circunstancias están los pacientes en entornos vulnerables de centros de adicciones, drogas, inmigrantes, personas sin hogar que tienen un circuito asistencial diferente.

Los especialistas de la AEHVE coinciden en calificar de preocupantes los datos últimos datos de tratamiento de la hepatitis C publicados por Ministerio de Sanidad, que evidencian una caída desde los 1.500 pacientes tratados al mes (justo antes de la pandemia) a los 500 actuales.

«De manera que la pandemia ha afectado y sigue afectando al diagnóstico de nuevos casos de hepatitis C, y no podemos olvidar que incluso los pacientes identificados que están pendientes de tratamiento también han tenido dificultades para recibir las prescripciones correspondientes porque todos los procesos de consulta externa han tenido que revisarse», señala el doctor García Samaniego.

La consecuencia de esta situación es un diagnóstico más tardío y en fases más avanzadas de la enfermedad.

«Si de acuerdo con los últimos datos entre un 25% y un 30 % de los enfermos que se diagnostican tienen ya enfermedad hepática avanzada, lo que los hepatólogos nos tememos, y desde la AEHVE venimos advirtiendo, es que, de continuar con esta ralentización, el diagnóstico de enfermedad hepática avanzada por el virus de la hepatitis C aumentará», augura García Samaniego.

El especialista también recuerda las graves consecuencias de esta demora. «A un paciente con una enfermedad hepática leve, lo curamos y le damos de alta. A un paciente con enfermedad hepática avanzada le podemos curar la infección, pero no la enfermedad, se convierte en una persona con enfermedad hepática crónica aún con la infección curada».