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¿Te crees lo que Internet “te diagnostica”? Eres un cibercondríaco

  • La cibercondría, o hipocondría digital, consiste en la búsqueda de síntomas, dolencias y enfermedades en Internet para autodiagnosticarse
  • Con la pandemia, y según informe elaborado por la multinacional de seguros Aegón, en España han descendido un 22%
  • Aun así, el número de cibercondríacos se sitúa por encima del 22%, y la Generación Z es la que más busca un “diagnóstico digital”

05 febrero, 2021

Sergio F. Núñez

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¿Quién no ha utilizado Internet, concretamente buscadores como Google, para descubrir a qué se deben sus dolencias? Ya sean fiebre y vómitos, un dolor de huesos o un exceso de la caída del cabello, prácticamente todos alguna vez hemos acudido a la red como si se tratara de nuestro médico de confianza.

Estamos cada día más acostumbrados a ir a los buscadores para realizar un autodiagnóstico rápido. Y así lo confirman los datos.

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Según el III Estudio de Salud y Estilo de Vida realizado por una de las mayores aseguradoras del mundo, AEGON, más de la mitad de los españoles, concretamente el 53%, reconoce que se sirve de los medios que están a su alcance en Internet para auto diagnosticarse.

Si analizamos desde dónde llegan las búsquedas, los datos tampoco fallan con respecto al uso que hacemos de la red y demuestran cómo YouTube, Facebook e Instagram son los lugares de búsqueda más recurrentes (6%) después de Google (47%).

Cualquiera puede ir a la red a echarle un vistazo a qué se dice sobe sus síntomas, pero el problema principal viene cuando damos por ciertas esas afirmaciones.

A esta afección, a la de auto diagnosticarnos y dar por bueno el resultado del “análisis”, se le conoce como hipocondría digital, y está mucho más extendida de lo que pudiéramos creer.

La Fundéu la define como «preocupación obsesiva por la salud que lleva a consultar Internet continuamente para confirmar enfermedades que se cree o se teme padecer, por lo general graves, o en busca de síntomas, efectos o posibles tratamientos».

En España, el número de hipocondríacos digitales alcanzaba casi a la mitad del total de los encuestados en 2019 (44’62%), pero ahora los datos del estudio sitúan en 2020 a ese porcentaje de la población en el entorno del 22%.

El estudio también señala una correlación entre la automedicación y la cibercondría digital.

Según los datos del informe de AEGON, más del 62% de la población encuestada que se automedica confirma que busca la información en Internet y, la mitad de todos ellos le dan credibilidad científica a lo que leen.

Los números absolutos para los expertos siguen siendo elevados, pero estamos hablando de una reducción de más del 22% en cuanto al número de cibercondríacos en España. Una disminución notable del síndrome que llega en el momento sanitario más crítico desde el aterrizaje de Internet.

Cibercondría y Covid-19

La pandemia de Coronavirus ha tenido un efecto directo en prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas. En el caso de cómo hemos integrado Internet para el auto diagnóstico también se ha dejado notar.

La cibercondría se ha visto agravada como consecuencia de la pandemia, y así lo refleja el estudio que ha llevado a cabo el Center for Data Driven Health, en el Qualcomm Institute de la Universidad de California, en colaboración con la Universidad Johns Hopkins, el Barnard College y el Instituto de Modelado de Enfermedades.

El análisis del número de búsquedas en Internet relativas a los ataques de pánico entre los meses de enero del año 2004 y mayo de 2020 en Estados Unidos, demuestra un aumento del 17% durante el período que abarca del 16 de marzo al 14 de abril de 2020.

«En términos prácticos, durante los primeros 58 días de la pandemia se estima que hubo un total de 3,4 millones de búsquedas relacionadas con ansiedad aguda o severa en Estados Unidos, las más altas en más de 16 años”, asegura Benjamin Althouse, científico principal del estudio publicado en la revista científica JAMA Internal Medicine.

La Covid-19 no está afectando solo de manera directa a nuestra sociedad.

Nos llevará años comprender las consecuencias completas que este coronavirus tendrá sobre nuestras vidas.

Los expertos señalan que acabaremos descubriendo cómo nuestra sociedad necesitará mucha más ayuda de la que pudiéramos creer para responder a impactos colaterales de la pandemia.

Cómo afecta la cibercondría según el rango de edad

Así como entre mujeres (54%) y hombres (52%) no existe una gran diferencia entre el número de cibercondríacos, el salto en términos generacionales sí se deja ver, del mismo modo que lo hace en cualquier aspecto relacionado con el uso de Internet.

Las nuevas generaciones son mucho más proclives a acudir a buscadores y redes sociales para auto diagnosticarse, llegando hasta el 67% de los miembros de la Generación Z (1995-2005) en comparación con el 43% de la de los Baby Boomers (1946-1964).

La franja de edad intermedia entre ambas generaciones, la de los Millenials (1981-1994), marca su cuota de búsqueda en el entorno del 55%, siendo un dato muy similar a los de la Generación X (1965-1980) con un 56%.

En cuanto a la credibilidad, los números por edades no muestran grandes diferencias respecto a las referencias absolutas, pero sitúan a los de la Generación Z como los usuarios que menos se fían de los resultados que encuentran (49%) tanto en Internet como en las Redes Sociales.

Y es que, conseguir ganarse nuestra confianza va mucho más allá de la edad.

Cómo evitar la cibercondría

La cibercondría tiene una línea temporal muy clara. Primero notamos algún síntoma, después acudimos a Internet, probablemente a Google, a buscar a qué enfermedad corresponden, y por último entramos en pánico al darnos cuenta de la cantidad ingente de dolencias que podemos estar sufriendo.

Esta afección está relacionada con la ansiedad y con las nuevas tecnologías. Podríamos decir que es una evolución lógica de la clásica hipocondría.

Doctores como Paula Gubern, del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, apuntan a que Internet “puede ayudar mucho pero también ofrece demasiada información. Para gente que no tenga los conocimientos o el entrenamiento adecuado puede ser muy difícil distinguir lo que es fiable de lo que no”.

Si usted es de las personas que buscan en Internet cualquier síntoma que pueda padecer, confía en lo que lee y, además se automedica sin acudir a su médico, sepa que está afectado por cibercondría. Pero tranquilo, existen maneras de frenar la enfermedad:

  • Valide la credibilidad del sitio web en que lee la información y contrástela, al menos, con una segunda fuente fiable.
  • Lea el 100% de la publicación y no se quede con frases o titulares sacados de contexto.
  • De importancia a la necesidad de que las informaciones cuenten o aludan a expertos médicos.
  • Si su ansiedad no remite validando la información, acuda a un médico y que sea él o ella quien se encargue de diagnosticarle en caso de que tenga alguna enfermedad.
  • Bajo ningún concepto se automedique.

Es positivo tener toda la información disponible al alcance de nuestra mano, pero es fundamental que sepamos utilizarla correctamente y dejemos que sean los expertos quienes se encarguen de interpretarla, evitándonos ansiedad y preocupaciones innecesarias.