Después de dos años en los que la gripe nos ha dado un respiro, ahora empezamos a enfrentarnos a un invierno sin medidas anti Covid y, por lo tanto, con un mayor riesgo teórico.
Sin mascarillas, menos lavados de manos, más cercanía entre todos, bares llenos, viajes… los expertos están preocupados con la posible evolución de una gripe que mataba a miles de personas en España, y el año pasado se quedó en 12 muertos.
Pero sea cual sea el método de análisis estudiado para predecir qué nos puede pasar ahora, los expertos consideran que incrementar los porcentajes de vacunación será clave para que no se disparen los contagios.
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Los datos del hemisferio sur
Una de las fórmulas habituales para investigar como puede llegar la gripe es mirar los datos del hemisferio sur, donde ya está terminando la temporada de la enfermedad.
Y la buena noticia es que allí los datos de este año han sido buenos. Por lo que, si repetimos, estaríamos ante una temporada suave de gripe.
Pero no es tan sencillo, y puestos a intentar adivinar el futuro, ese dato también puede ser un motivo para preocuparse.
Porque para determinar qué cepas del virus incluimos en las vacunas contra la gripe de cada año, lo que hacen los científicos es analizar la actividad de la gripe en el hemisferio sur.
Y cuando la gripe es leve allí, no hay tantas oportunidades de ver qué cepas están circulando y crece la posibilidad de que pueda aparecer una diferente que no esté incluida en la vacuna. Un hecho que reduciría la eficacia y conduciría a una temporada de gripe más severa.
No podemos olvidar que la mayoría de las vacunas contra la gripe se cultivan de forma lenta y algo imprecisa en huevos de gallina. Y por eso las cepas contra las que nos vacunamos a veces no son las que llegan a nuestro cuerpo.
Ahí está la razón por la que las vacunas contra la gripe no son tan efectivas como otras vacunas que protegen contra las enfermedades virales.
Por ejemplo, durante la temporada 2019-2020, las personas que recibieron la vacuna contra la gripe tenían solo un 39% menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad que los no vacunados.
Y esas proporciones no son comparables a la efectividad de las vacunas Covid, que reducen la enfermedad sintomática en más del 90 por ciento, o a la del sarampión, que brinda una protección del 97 por ciento.
Con todo, tal y como recomiendan unánimemente los médicos, lo mejor que podemos hacer para protegernos de la gripe es vacunarnos. Es lo único que realmente marca la diferencia.
Las epidemias más graves llegaron tras un año suave
Otro dato menos esperanzador aparece en un estudio publicado en MedRxiv que aún no ha sido revisado por pares.
Según el análisis realizado por investigadores de la Universidad de Pittsburgh, que utilizaron modelos matemáticos para predecir cómo de severa podría ser la nueva temporada de gripe, cuando se mira al pasado se ve que las epidemias más fuertes de la historia llegaron tras un año de epidemia leve.
Y en su estudio concluyen que, teniendo en cuenta los antecedentes históricos, incluidos los datos de la temporada pasada, si no hay un aumento en los niveles de vacunación nos enfrentaremos a una temporada de gripe con un 20% de aumento en las hospitalizaciones.
También recomiendan mantener las medidas de prevención que hemos utilizado con el coronavirus, porque de no hacerlo ocurrirá como hace un par de años y la gripe comenzará a propagarse fácilmente entre la población.
¿Quién debe vacunarse este año?
Los Centros de Control y Prevención de Estados Unidos (CDC) recomiendan que se vacunen contra la gripe todas las personas a partir de los 6 meses de edad, salvo contadas excepciones.
Y entre esas excepciones no incluyen los alérgicos al huevo ni las embarazadas, pero sí aquellos que tengan alergias potencialmente mortales a otros ingredientes de la vacuna, como la gelatina o los antibióticos.
¿Es posible que este año la gripe nos ataque antes de tiempo?
Los CDC tienen ese temor. Porque los pocos casos que hubo el año pasado pueden hacer que la inmunidad ahora sea menor que otros años. Y si eso se confirma la gripe alcanzaría su punto más alto mucho antes de lo habitual, que otros años es entre diciembre y febrero.
Además, como se necesitan dos semanas después de la vacunación para que el cuerpo desarrolle la inmunidad, los CDC insisten en la necesidad de que las personas se vacunen lo más pronto posible.
Una puntualización especial merece el caso de los niños:. A los que tienen entre 6 meses y 8 años y nunca han recibido una vacuna contra la gripe, recomiendan ponerles 2 dosis con al menos cuatro semanas de diferencia.
¿Son mejores las vacunas ahora?
Este año, todas las vacunas de la gripe disponibles protegen contra las cuatro cepas que tienen más probabilidades de atacarnos. Y eso es una mejora sustancial, ya que hasta ahora sólo protegían contra tres.
Y aquí se incluye también la vacuna en aerosol, que está aprobada para personas sanas no embarazadas de entre 2 y 49 años. Y que a los niños les puede dar mejor protección.
Además, los efectos secundarios son bastante llevaderos. Y puede provocar:
– Dolor, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección.
– Dolor de cabeza.
– Fiebre.
– Náuseas.
– Dolores musculares y fatiga.
En el caso de la vacuna en aerosol nasal, en los niños puede causar:
– Secreción nasal.
– Sibilancias.
– Dolor de cabeza.
– Vómitos.
– Dolores musculares.
– Fiebre baja.
– Dolor de garganta.
Unos consejos finales:
La gripe de este año es una buena ocasión para desarrollar la telemedicina.
Diagnosticar gripe y recetar lo que sea necesario para tratarla no requiere un contacto directo ente el médico y su paciente, por lo que una visita virtual puede ser suficiente.
Mientras tenga gripe está recomendado beber mucha agua.
Y cuando deje de tener fiebre, espere al menos 24 hora antes de salir de casa, para evitar contagiar a otros.
No es el año para hacerse el héroe e ir a trabajar con fiebre o síntomas de gripe.
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