BuscandoRespuestas
DestacadaSalud

Encuentran misteriosos «linajes crípticos» del coronavirus en las aguas residuales de Nueva York

  • El equipo de investigadores que analizaba el coronavirus en las aguas residuales de Nueva York  detectó algo extraño en sus muestras
  • Algunos de los fragmentos virales tenían una constelación única de mutaciones que nunca antes se habían visto en pacientes humanos
  • ¿Tienen origen humano, animal? "No hemos encontrado estos linajes crípticos del coronavirus en ninguna de las bases de datos humanas, y hemos buscado por todas partes"

05 febrero, 2022

Michael Houses

Los «linajes crípticos» del coronavirus son la nueva preocupación de los científicos que estudian el SARS-CoV-2 y sus mutaciones.

Todo empezó con el análisis de las aguas residuales de las grandes ciudades. Una práctica habitual en todo el mundo para seguir el comportamiento de la pandemia.

Porque de esos análisis se sacan conclusiones como el nivel de incidencia , las zonas de mayores contagios… Y también se analizan las variantes para saber cuál es la más predominante del momento.

¡SÚMATE A NUESTRA COMUNIDAD!

Podrás escuchar nuestros podcast, recibir un boletín semanal con las novedades, escribir comentarios, enviar preguntas…

Y así estaban en Nueva York cuando el equipo de investigadores que analizaba el coronavirus en las aguas residuales detectó algo extraño en sus muestras.

Observaron que algunos de los fragmentos virales tenían una constelación única de mutaciones que nunca antes se habían visto en pacientes humanos.

E inmediatamente encendieron la luz de alarma pensando que podrían encontrarse ante una nueva variante desconocida.

Te puede interesar: Si después de ómicron hubiese otra variante ¿Cómo sería? ¿Depende del «fitness»?

Les pusieron nombre: «linajes crípticos»

No ha sido un hallazgo aislado, sino que esas extrañas secuencias han seguido apareciendo durante tiempo.

Hasta el punto de que los investigadores han decidido ponerles nombre y los llaman «linajes crípticos».

Lo que en definición de la RAE significa: «Que no es comprensible para la mayoría de las personas porque está hecho para ser entendido por unos pocos».

Es cierto que de momento no hay evidencia de que esos «linajes crípticos» del coronavirus puedan suponer un riesgo elevado para la salud de las personas. Ni siquiera se ha visto que en este tiempo hayan superado a delta y ómicron.

Pero los investigadores están muy preocupados porque no saben cuál es su origen, como queda claro en el artículo que han publicado ayer en la revista Nature.

Te puede interesar: ¿Es posible que ómicron sea la última variante de preocupación del SARS-CoV-2?

 

2 vías de investigación

Como dice la autora del artículo y microbióloga del Queensborough Community College, Mónica Trujillo…

«Lo que podemos decir es que no hemos encontrado estos linajes crípticos del coronavirus en ninguna de las bases de datos humanas, y hemos buscado por todas partes».

La situación se ha ido complicando de tal manera que ni siquiera hay acuerdo entre ellos sobre cuál puede ser el origen de estos linajes.

  • Para unos, la explicación se encuentra en que estos virus provienen de personas que han estado mucho tiempo enfermas de COVID-19 y han sufrido mutaciones en su interior.
  • Otros sospechan que los linajes pueden provenir de animales infectados con virus. Y han llegado a investigar la enorme población de ratas de la ciudad.

Pero de momento no hay una respuesta a este misterio, y es importante saber dónde está el origen de estos nuevos linajes.

¿Pacientes a largo plazo?

Quizás lo más sorprendente de este caso es que los fragmentos virales con nuevos linajes han aparecido en aguas residuales de diversas plantas de tratamiento, y lo han hecho repetidamente.

Incluso ahora sabemos que investigadores de la Universidad de California en Berkeley han encontrado secuencias similares en el alcantarillado.

Y una de las primeras hipótesis que barajan es que los «linajes crípticos» del coronavirus puedan provenir de personas que están confinadas en centros de atención médica a largo plazo.

De hecho, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos pueden tener más dificultades para combatir el virus, y eso le da más oportunidades de mutar.

Es lo que muchos científicos consideran que fue el origen de ómicron: un paciente inmunocomprometido que sufrió muchas mutaciones en su interior.

Pero esa teoría va perdiendo fuerza porque los datos no la apoyan:

Después de bucear en las bases de datos de contagios no han localizado ni un solo caso de estas variantes entre pacientes clínicos en la ciudad de Nueva York.

¿Tienen origen animal los «linajes crípticos» del coronavirus?

Es la otra gran teoría de los investigadores.

Sobre todo, porque unos linajes que han estado circulando durante tanto tiempo ya deberían haber aparecido en al menos una muestra secuenciada de una persona infectada.

No podemos olvidar que para que algo pueda ser detectado en un alcantarillado hace falta que exista en una buena cantidad.

Pero como eso no ha ocurrido, el virólogo de Missouri, Doctor Johnson, ha pasado a considerar con más fuerza la hipótesis de que las secuencias provienen de animales.

Quizás de unas pocas poblaciones específicas con territorios limitados.

Y uno de los datos que apoya su teoría es que en mayo y junio pasados, cuando el número de casos humanos de COVID-19 en la ciudad era muy bajo, los misteriosos “linajes crípticos” del coronavirus componían una mayor proporción del ARN viral en las aguas residuales.

Así que comenzaron a estudiar diferentes huéspedes potenciales, como mascotas, ardillas, zorrillos, ratas…

Y en el material genético del agua encontraron pequeñas cantidades de ARN de perros, gatos y ratas.

¿Las ratas podrían ser la causa?

Como las ratas en la ciudad de Nueva York se cuenta por millones (como en todas las grandes ciudades), el doctor Johnson se puso manos a la obra.

  • Creó unos virus inofensivos, que no se replican, con las mismas mutaciones presentes en los linajes crípticos.
  • Descubrió que esos pseudovirus sí eran capaces de infectar células de ratón y de rata.
  • Algo que en la versión original del virus no es posible, pues no parece capaz de infectar roedores, aunque algunas otras variantes como Beta, sí pueden.

Y como él dice, aunque este experimento no constituya en sí mismo una certeza, la idea de que proceda de ratas sí que parece ser una pista sobre el origen de estos “linajes crípticos” del coronavirus.

Pero tampoco se ha podido demostrar.

En los meses que ya llevan buscando signos del virus en muestras de sangre y heces de ratas locales, no han encontrado nada.

«Tal vez no estemos atacando a los animales correctos y las ratas no sean la fuente de los linajes misteriosos».

Es posible, y hasta probable.

Hay que continuar buscando

Porque si bien se ha demostrado repetidamente que los humanos pueden transmitir este coronavirus a los animales, especialmente a las mascotas, los animales del zoológico, los visones de granja y otros con los que están en contacto frecuente…

Las ratas nunca ocupan un lugar destacado en la lista de preocupaciones.

Nunca se ha visto el virus en las ratas salvajes, y tampoco es fácil imaginar la vía por la que los humanos podrían haber infectado a las ratas.

En cualquier caso, el origen animal es quizás la explicación más razonable, aunque habrá que seguir investigando para resolver el misterio de los linajes crípticos.

Noticias relacionadas