Noviembre. Ese fue el mes en que la variante ómicron del coronavirus empezó a resonar con fuerza provocando un aumento incesante de contagios hasta llegar a cifras de positivos inimaginables hace algunos meses.
Ese giro de timón en el control del virus será la realidad que viviremos hasta que logremos acabar con la pandemia:
- Aparición de nuevas variantes que irán poniendo en jaque la validez de las protecciones vacunales con las que contamos actualmente.
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Nanoburbujas naturales encontradas en pacientes
Ante esta situación, y poniendo en duda la posibilidad de vacunar, literalmente, a todo el mundo, la ciencia se afana por encontrar una solución que logre contener las cepas actuales, más allá del éxito de las vacunas.-
Pero sobre todo que minimice los riesgos a futuro de posibles nuevos estallidos de SARS-CoV-2.
Ante esa situación, y después de meses de trabajo, un hallazgo que puede ser único.
Y es que, científicos de la Northwestern Medicine y del MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, han logrado identificar nanoburbujas naturales que contienen la proteína ACE2 en la sangre de pacientes que ya han pasado la COVID-19.
Es, según la investigación, gracias a la potencialidad de estas partículas nanométricas como se podrá obtener una fórmula que permita bloquear la infección de varias de las actuales cepas de SARS-CoV-2 y de próximas variantes que aún no han aparecido.
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El valor de evACE2
Esa proteína, la evACE2, actúa como señuelo en el cuerpo para servir como terapia preventiva ante la infección del virus que amedrenta actualmente al mundo y de los que estén por venir.
También se ha confirmado a esa proteína como un potente tratamiento contra la COVID-19.
Se trata de una respuesta antivírica natural que aumenta sus niveles de volumen en el organismo cuanto más grave es la enfermedad.
Se ha logrado demostrar, en estudios preclínicos con ratones, la potencialidad del tratamiento terapéutico a base de evACE2 para lograr la prevención y el bloqueo del SARS-CoV-2 tal y como indican los investigadores.
El Doctor Huiping Liu, coautor principal del estudio, profesor asociado de farmacología y de medicina en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern y médico de Northwestern Medicine, explica que «cada vez que surge una nueva cepa mutante de SARS-CoV-2, la vacuna original y los anticuerpos terapéuticos pueden perder poder contra ella». Y añade:
«La potencia de ACE2 puede llegar a bloquear presentes y próximas cepas de coronavirus, incluido el SARS-CoV-2 actual e incluso los futuros coronavirus del SARS, para que no infecten a los humanos».
Un tratamiento que funcionaría mediante la aplicación de una solución terapéutica a través de un aerosol nasal directamente en las vías respiratorias del paciente.
Los resultados del hallazgo han sido publicados en la revista científica Nature Communications.
Qué es la proteína evACE2 y cómo las nanoburbujas actúan frente a la COVID-19 y sus variantes
Las proteínas descubiertas, evACE2, son unas pequeñas nanoburbujas de lípidos que sirven como cebo para alejar al SARS-CoV-2 de la proteína ACE2. Es a través de éstas como el virus logra infectar a las células.
Una vez las proteínas cebo hayan hecho su trabajo lograrán volverlo inofensivo o incluso acabar por eliminarlo evitando cualquier posible infección.
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“Hemos logrado descubrir una forma de aprovechar esa defensa natural como una nueva terapia contra el virus”, señala el Doctor Raghu Kalluri, coautor del estudio y presidente de biología del cáncer en MD Anderson.
Aunque parece que la pandemia de COVID-19 cada vez está más controlada, tal y como señala el equipo investigador, «sigue siendo urgente identificar nuevas terapias capaces de enfrentar los desafíos y luchar contra amplias cepas de SARS-CoV-2 y futuros coronavirus emergentes para proteger a los inmunocomprometidos, a los no vacunados – el 94% de los habitantes de países con más bajos – e incluso vacunados».
La COVID-19 y sus variantes han logrado asolar al mundo, por lo que debemos estar preparados de la mejor manera posible ante próximas infecciones por SARS-CoV-2.
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