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Una tercera dosis de AstraZeneca, a los 7 meses, genera una fuerte y amplia respuesta inmune

  • Se trata todavía de datos publicados en un "pre-print", pero las conclusiones resultan muy esperanzadoras para el tratamiento futuro
  • En este ensayo, la tercera dosis se administró aproximadamente 30 semanas después de la segunda (pasados unos siete meses)
  • Los primeros datos muestran que el tercer pinchazo generó una fuerte respuesta inmune y contra muchas variantes diferentes

01 julio, 2021


Bernie Sga
EE. UU.

Hace unos días publicamos un artículo que, bajo el título ¿Necesitaremos dosis de refuerzo de las vacunas contra la COVID-19?, recogía el estudio que había puesto en marcha el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos para saber qué deberíamos hacer una vez que ya esté todo el mundo vacunado.

Es una cuestión muy importante en estos momentos porque aún no sabemos siquiera cuánto tiempo dura la efectividad de las vacunas. Es una enfermedad con tan poca historia que la mayor referencia temporal que tenemos para sacar conclusiones sólo se remonta al mes de febrero / marzo del año pasado, en el mejor de los casos.

Por eso está adquiriendo una enorme importancia «evaluar la seguridad, reactogenicidad e inmunogenicidad de un refuerzo de vacuna retardado”.

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Y por eso es tan importante el estudio que acaban de hacer público la Universidad de Oxford y AstraZeneca sobre una tercera dosis de su vacuna.

Un análisis esperanzador que puede aumentar la efectividad de la vacuna con un tercer pinchazo unos siete meses después de la segunda dosis.

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AstraZeneca, tercer pinchazo esperanzador

De momento se trata todavía de datos publicados en un “pre-print” que aún no ha sido revisado por pares, pero las conclusiones resultan muy esperanzadoras y podrían ayudar al futuro del tratamiento del coronavirus, y al presente del prestigio de la vacuna de AstraZeneca.

Es un estudio realizado en Gran Bretaña con 90 voluntarios a los que se administró una tercera dosis aproximadamente 30 semanas después de la segunda (pasados unos siete meses).

Y de este análisis se concluye, según informaron investigadores de Oxford, que una tercera dosis de la vacuna de AstraZeneca contra la Covid-19 generó una fuerte respuesta inmune.

Esto supone que la vacuna AstraZeneca podría ser una opción en caso de que se necesiten terceras inyecciones para extender la inmunidad en el tiempo.

Además, según los primeros datos parece ser que sería muy resistente contra muchas variantes.

Mejor incluso que con la segunda dosis

Los análisis de laboratorio mostraron que esta tercera dosis aumentó los niveles de anticuerpos contra el virus incluso más que lo que se había observado un mes después de aplicar la segunda dosis.

Es una señal muy alentadora en cuanto a que podría significar que la tercera inyección de la vacuna de AstraZeneca sería capaz de brindar una mayor protección en el supuesto de que la efectividad de las dos dosis hubiese disminuido con el tiempo.

Así lo ha explicado a los medios el profesor Andrew Pollard, un investigador de Oxford que ha dirigido estudios de la vacuna:

– «Creo que tenemos datos alentadores en esta investigación para mostrar que una dosis de refuerzo podría usarse y sería efectiva para estimular la respuesta inmunológica».
Y aunque realmente nadie sabe si podrá llegar a ser necesario el uso de una tercera dosis, el hecho de que funcione aporta bastante tranquilidad hacia el futuro.

Vamos a necesitar dosis de recuerdo

Las primeras impresiones nos presentan unas vacunas que han salido tan bien y son tan eficaces que de momento están pudiendo minimizar incluso el no cumplimiento de las medidas epidemiológicas.

Algo que estamos observando por ejemplo en nuestro país, donde cada día se disparan los focos de contagio y, sin embargo, no están provocando situaciones alarmantes entre las personas vacunadas.

Pero por bien que hayan salido no parece que sean perfectas, según los datos que tenemos ahora mismo. Y presentan dos problemas fundamentales:
1- No son esterilizantes, y eso supone que las personas vacunadas, incluso con la pauta completa, se pueden contagiar y pueden infectar a otros. Una cuestión que dificulta poner fin a la pandemia.

2- No parece que sean para toda la vida, lo que obligaría a poner dosis de recuerdo cada cierto período tiempo.
No es nada nuevo que necesitemos poner dosis de recuerdo de una vacuna, como ocurre con el tétanos, por ejemplo. Y si esa es la manera que tenemos de conseguir mantener a buen recaudo al SARS-CoV-2, es un precio muy fácil de pagar.

¿Y con las nuevas variantes?

El reto de futuro al que los científicos se enfrentan con las vacunas del coronavirus no se centra solo en conocer cuál es la duración de los anticuerpos generados o de los linfocitos T-Killer en nuestro organismo.

Las variantes emergentes del coronavirus también podrían acelerar la necesidad de administrar inyecciones de refuerzo.

Lo malo es que si las terceras inyecciones se consideran necesarias en los próximos meses, vamos a estar como al principio, o peor.

Porque satisfacer las necesidades mundiales de dosis de las diferentes vacunas dependerá de la disponibilidad que haya. Y las previsiones no son muy halagüeñas.

Sobre todo si pensamos en los países más pobres, que un muchos casos ni siquiera han podido administrar todavía las primeras dosis a sus ciudadanos más vulnerables.

Una mirada al futuro de las vacunas

La primera buena noticia que nos hemos encontrado esta semana es que los científicos informaron de que las vacunas fabricadas por Pfizer-BioNTech y Moderna desencadenan una reacción inmune persistente en el cuerpo que puede proteger contra el coronavirus durante años.

También hemos sabido que los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos anunciaron el inicio de un nuevo ensayo clínico con personas completamente vacunadas con cualquiera de las tres vacunas autorizadas en los Estados Unidos. El objetivo es probar si una inyección de refuerzo aumentará los anticuerpos contra el virus. Esperan tener los resultados iniciales a finales de este verano.

En este estudio no se incluye la vacuna de AstraZeneca porque no está aprobada para su uso en Estados Unidos (tienen dosis de sobra con las suyas) aunque sí que ha obtenido autorización en 80 países desde diciembre pasado.

También AstraZeneca informó este domingo que los primeros voluntarios habían sido vacunados en un estudio separado que evaluaba una nueva versión de la vacuna diseñada para proteger contra la variante Beta del virus, que apareció por primera vez en Sudáfrica.

Algunos resultados de diversos estudios sugirieron que la versión original de la vacuna de AstraZeneca puede no ser efectiva contra esa variante. Pero el profesor Pollard habló de los efectos de una tercera dosis de la vacuna original con los de reforzar la respuesta a la variante Beta.

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