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La cruda realidad de la vacuna de AstraZeneca. Cuando los números no mienten

  • Sólo las vacunas de AstraZeneca administradas hasta la fecha han salvado unas 21.121 vidas, han evitado que al menos unas 168.000 personas terminasen hospitalizadas y que unas 23.800 pasaran una larga temporada en la UCI
  • La Covid-19 mata, sólo en España y con los datos oficiales del Ministerio, a unas 1.553 personas de cada millón

16 marzo, 2021


Eduardo Costas
Catedrático de Genética de la UCM
ACADÉMICO CORRESPONDIENTE DE LA REAL ACADEMIA NACIONAL DE FARMACIA

Desde el principio hubo indicios de que la vacuna de AstraZeneca era de una de las peores.

• Surgieron dudas sobre si era efectiva.
• Produce una fuerte reacción a entre el 20 y el 30% de los vacunados.
• Los últimos informes describen problemas de coágulos en 37 personas recién vacunadas.
• Incluso existe la certeza de que una mujer austríaca murió 10 días después de que la vacunasen
• Hay indicios (aún no confirmados) de que pudo haber pasado lo mismo con 2 italianos.
• En España también parece haber dado problemas de trombos a una mujer.

Ante estos indicios negativos varios países han suspendido temporalmente la vacunación con Astra Zeneca.

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¿Sería mejor que no nos pusiesen la vacuna de AstraZeneca?

Sir Isaac Newton decía que “el Universo habla el lenguaje de los números”. Y conviene hablar con números sobre la vacuna de AstraZeneca. Es la mejor manera de no hacer el ridículo. Y la mejor manera de no ser responsables de numerosas muertes.

La vacuna de AstraZeneca se emplea para conseguir protección inmunológica contra la Covid-19. Y la Covid-19 es una enfermedad temible.

Los datos de muertos

Según las cifras del Ministerio de Sanidad del 14 de marzo de 2021 (por no entrar en polémicas), la Covid-19 mató en España a 72.424 personas.

Según el Departamento de asuntos económicos y sociales de Naciones Unidas, hoy, 16 de marzo de 2021, España tiene 46.629.375 habitantes.

La operación es tan sencilla como hacer una división. Y significa que la Covid-19 mata a unas 1.553 personas de cada millón durante poco más de un año. En los países de nuestro entorno las cifras son similares.

Los datos de protegidos

Aproximadamente unos 17.000.000 de personas se vacunaron en el mundo con la vacuna de AstraZeneca. Finalmente esa vacuna resultó tener una efectividad de alrededor de un 80% (excepto para la variante sudafricana del coronavirus, ante la que brindaba una menor protección).

Asumamos (aunque no es tal cual, pero por no extendernos demasiado) que solo un 80% de los vacunados con AstraZeneca quedaron protegidos. Esto significa que ha protegido a 13.600.000 personas.

Probablemente estas personas todavía pueden contagiarse de la Covid-19, pero simplemente sufrirán una Covid-19 asintomática o con mínimos síntomas. En todo caso ninguno de estos vacunados va a desarrollar una enfermedad grave ni mucho menos a morir.

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Vidas salvadas y personas protegidas

Las cuentas resultan evidentes. Sólo las vacunas de AstraZeneca administradas hasta la fecha han salvado o salvarán unas 21.121 vidas.

Pero los datos no se acaban ahí.

Aunque las cifras de hospitalizaciones por Covid-19 y de ingresos en UCIs varían entre los distintos países y también cambian entre las distintas olas de la pandemia (al principio de la pandemia había más hospitalizados que ahora, pues en la tercera ola la Covid-19 afecta a personas más jóvenes), las estimas más conservadoras indican:

1- Que la vacuna de AstraZeneca ha evitado que al menos unas 168.000 personas terminasen hospitalizadas.
2- Y que unas 23.800 pasaran una larga temporada en la UCI.

A la hora de evaluar las consecuencias de vacunar con AstraZeneca debemos tener las cuentas claras.

Con los datos que tenemos parece que por cada millón de vacunados hay aproximadamente 2 personas que desarrollarán problemas de trombosis. Tal vez alguno de ellos muera. A cambio, cada millón de vacunas impedirá que mueran 1.242 personas, que unas 9.900 terminen internadas en el hospital y que unas 1.400 pasen una larga temporada en la UCI.

¿Pude haber una relación de costes beneficios mejor?

Si en todo este lío podemos tener una certeza es que un retraso de 15 días en la vacunación de AstraZeneca va a tener un coste muchísimo mayor que todos los problemas que pueda originar la vacuna.

A menos que las agencias tengan la certeza de que los datos oficiales de los que se dispone no son reales (y no hay evidencia alguna de que no sea así) no hay razones científicas claras para paralizar la vacunación. No podemos olvidar que el Reino Unido fue uno de los países que más vacunaron con AstraZeneca y es una potencia científica y sanitaria.

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¿Dónde está el problema para usar esta vacuna?

Con la burocracia hemos topado.

La Covid-19 fue algo que nos cogió por sorpresa. Desconocíamos todo sobre ella. Sin embargo, la ciencia fue capaz de responder a semejante desafío en un tiempo récord.

En poco más de un año muchos científicos y clínicos dejaron sus líneas de investigación tradicionales y se pusieron a investigar sobre el nuevo coronavirus generando un conocimiento impresionante.

Ya se han publicado cerca de 14.000 artículos científicos en MedRxiv y BioRxiv. En tan poco tiempo pasamos de no saber ni siquiera que el SARS-CoV-2 existía a convertirlo en algo así como el virus mejor conocido. Se desarrollaron vacunas y se están desarrollando fármacos

El desarrollo de la ciencia requiere pensar diferente, tener agilidad, atrevimiento intelectual y pocas trabas que limiten la adquisición de nuevo conocimiento. Pocas cosas resultan tan incompatibles con la agilidad necesaria para la innovación científica como la burocracia.

Europa en general y España en particular respondieron muy mal al desafío del SARS-CoV-2. Frente a la amenaza de algo desconocido colocaron en primera línea regulaciones y burócratas en vez de científicos. Y lo siguen haciendo con la vacunación.

Tal vez deberían detenerse a pensar por un momento que a una vacuna para enfrentarse a una situación de tal emergencia que en Estados Unidos ya mató a mucha más gente que la Segunda Guerra Mundial no se le deberían aplicar las mismas normativas que a un medicamento para paliar un ligero dolor articular.

Valoremos los costes de vacunar. Pero también sus beneficios.

Mientras tanto, estaría bien que al menos nos dejen vacunarnos con Astra Zeneca a los que queramos hacerlo voluntariamente.

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