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¿Estás embarazada? ¡Cuidado con el paracetamol!

  • El paracetamol es uno de los medicamentos más consumidos en el mundo.
  • Sin embargo, su uso em embarazadas puede ser muy peligroso para el feto.
  • Entre las consecuencias, criptorquidia y bajo recuento de espermatozoides.

03 octubre, 2021

Rafael Sardiña

El paracetamol, también conocido como acetaminofén, es el ingrediente activo en más de 600 medicamentos que se utilizan para aliviar el dolor leve o moderado y reducir la fiebre.

Este medicamento, que se comercializa con otros principios activos, fue descubierto en Alemania en 1877 y, desde entonces, se ha convertido en uno de los fármacos más usados en Europa y Estados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo incluye, incluso, en el listado de medicamentos esenciales para los sistemas de salud.

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El p-Acetilaminofenol es un fármaco que durante años también ha sido prescrito para las embarazadas. Se estima que es utilizado por el 65% de las mujeres en Estados Unidos.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) y la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) consideraban que este compuesto era apto para las mujeres en estado de gestación.

Sin embargo, un reciente estudio señala que la exposición prenatal al acetaminofén podría aumentar los riesgos de trastornos de desarrollo neurológico, reproductivos y urogenitales.

La investigación Uso de paracetamol durante el embarazo: una llamada a la prevención, publicado en Nature, sugiere que el uso de paracetamol en el embarazo podría tener efectos en los fetos.

Según la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de Estados Unidos, uno de cada seis niños de 3 a 17 años tuvo un diagnóstico de discapacidad del desarrollo. Pero, ¿es consecuencia de este fármaco?

El mismo estudio también indica que se ha producido un aumento del 9,5% en la tasa general de discapacidades de desarrollo entre 2009-2011 y 2015-2017. Además, en las regiones occidentales, un ascenso de trastornos reproductivos y urogenitales masculinos.

Pubertad precoz o criptorquidia, algunas de las consecuencias

La criptorquidia es una patología por la cual un testículo no se trasladó a la posición adecuada en la bolsa de tejido. Esta es la principal consecuencia (en los trastornos reproductivos) que los autores destacan por el consumo de paracetamol durante el embarazo.

De acuerdo a la información de Mayo Cinic, generalmente solo un testículo se ve afectado por la criptorquidia, aunque en un 10% de los casos afecta a los dos testículos. En los bebés se suele trasladar durante los primeros meses de vida, aunque, si esto no sucede, se puede reubicar mediante cirugía.

Pero no es el único efecto en los trastornos reproductivos. También la disminución de la fertilidad, cáncer y bajo recuento de espermatozoides.

Se considera que es más bajo de lo normal cuando se tiene menos de 15 millones de espermatozoides por milímetro de semen. Esto reduce las posibilidades de fecundar el óvulo, aunque no significa que el afectado no pueda ser padre.

El consumo de paracetamol puede ser perjudicial en embarazadas
El consumo de paracetamol puede ser perjudicial en embarazadas

Llamada a la precaución

El mismo estudio señala que las mujeres embarazadas deberían renunciar al paracetamol, a menos que se lo índice su médico, para minimizar el riesgo de los trastornos descritos. En el caso de tener que usarlo, recalca la investigación, debería ser en dosis más bajas durante el menor tiempo posible.

Para llegar a esta conclusión, los autores realizaron un experimento en ratones y ratas preñadas a las que suministraron p-Acetilaminofenol.

La exposición aguda, durante 24 horas, como la prolongada, durante los 7 días después del coito hasta el nacimiento, se tradujo en consecuencias en el trastorno sexual masculino.

Sin embargo, destaca la investigación publicada en Nature, no se ha evidenciado efectos secundarios en mujeres.

Por eso, los médicos que firman la investigación hacen una llamada a la investigación para que las embarazadas tengan a su disposición toda la información necesaria para tomar las mejores decisiones que, sin duda, afectaran a su hijo.

“Nosotros, como sociedad, deberíamos poder tomar medidas de protección cuando la evidencia científica indique que una sustancia química es motivo de preocupación, y no esperar pruebas inequívocas de que está causando daño a nuestros niños”, concluyen.

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