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Refrescos, helados, cítricos y alcohol con moderación. ¡Pueden dañar tu boca!

La llegada del sol, el calor, en definitiva, del buen tiempo, suele venir acompañada de cambios en los hábitos de vida y en la alimentación. Las escapadas de fin de semana vuelven a ser una opción tras el final del estado de alarma, y también las comidas fuera de casa alteran las rutinas alimenticias que hemos mantenido a lo largo del año.

Por eso, los odontólogos recuerdan la necesidad de prestar atención a qué alimentos típicos de la época estival son beneficiosos para la salud bucodental y cuáles son mejor evitar.

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Según el Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2020, nueve de cada diez españoles se muestran preocupados por el estado de su salud bucodental. Sin embargo, en el cuidado diario, todavía hay muchos que no cumplen con los hábitos recomendados por los odontólogos como, por ejemplo, el cepillado de dientes tres veces al día, un hábito llevado a cabo tan solo por menos de la mitad de la población, tal y como ocurre con el uso de colutorio.

«Para que nuestra salud bucodental sea completa, además de ser rigurosos con hábitos higiénicos como el cepillado tras cada comida, el uso del colutorio y las visitas regulares a los odontólogos es preciso mantener una dieta que ayude a que los dientes no se deterioren más de la cuenta. Los alimentos que ingerimos, y la frecuencia con la que lo hacemos, tienen un efecto directo en nuestro estado de salud en general, pero también en el de nuestros dientes y encías, algo que no debemos olvidar», explica Manuela Escorial, odontóloga de la dirección asistencial de Sanitas Dental.

Ante esta situación, los expertos odontólogos de Sanitas han elaborado un listado con una serie de alimentos veraniegos que pueden dañar dientes y encías si se consumen en demasía:

¿Entonces, qué hacemos? Pues los expertos recomiendan no tomarlas de forma habitual y reservar su consumo para las ocasiones especiales. Mientras tanto la mejor opción es tomar agua.

Consúmelo con moderación.

También puede provocar sequedad bucal (aunque puede contrarrestarse con la ingesta suficiente de agua) y alterar el color natural de la dentadura con el paso del tiempo.