LORENA: Estoy terriblemente enfadada. Trato de buscar otras emociones, pero salvo la nostalgia que siempre ha estado presente, el único sentimiento que encuentro es la furia. Trato de agradecer cosas a diario, pero ¿se puede agradecer algo cuando estás furiosa?
Lorena, la ira es una respuesta natural ante una situación de amenaza o de injusticia. También cuando nos sentimos o somos atacados , por lo que es una emoción necesaria que nos ayuda a reaccionar y actuar cuando se producen este tipo de circunstancias. Ser consciente sus causas y aprender a gestionarla es muy importante para no llevarnos a un estado de agresividad peligroso para nosotros mismos y para los demás. Aprender a controlar la ira pasa por racionalizar algunas emociones e impulsos irracionales y relativizar las reacciones que en el día a día puedan aparecer. Así que cuando aparezca, analiza que la ha provocado, puedes anotarlas en una libreta, y verbalízalas en el momento adecuado desde la asertividad y el control, no la acumules. El descanso es importante, así como el realizar algunas técnicas de relajación, respiración profunda, yoga o alguna actividad física que te guste practicar. No luches contra lo que sientes, acepta esa emoción en ese momento e intenta manejarla para contribuir a tu bienestar. La gratitud o agradecimiento, lo realizamos desde otro lugar, desde un sentimiento positivo.