Acabar con la meningitis definitivamente es imposible porque son muchas las bacterias que la originan. La herramienta más eficaz para prevenir y controlar la meningitis es la vacunación.
Actualmente, las vacunas de las que se disponen actúan fundamentalmente sobre 3 tipos de bacterias que pueden producir la enfermedad: el neumococo, el haemophilus influenzae tipo B y el meningococo.
Frente al neumococo disponemos de la vacuna de 13 tipos, que está incluida en todos los calendarios de vacunación españoles.
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Otra de las vacunas para prevenir la hepatitis lucha contra el haemophilus influenzae tipo B. Se administra a los 2, 4 y 11 meses en la conocida como vacuna hexavalente que incluye también la hepatitis B, la difteria, el tétanos, la tos ferina y la polio. Está incluida también en los calendarios de todas las comunidades autónomas.
Para hacer frente al meningococo existen varias vacunas. La primera de ellas, la del meningococo C, está incluida en todos los todos los calendarios de vacunación a los 4 meses.
Para actuar sobre el meningococo B disponemos de 2 vacunas, una incluida sólo en el calendario de vacunación de Castilla León y Canarias, que se administra a los 3, 5 y 12 meses. La otra se aplica a los 10 años de edad, cubre un mayor número de cepas del meningococo y no está financiada por ninguna comunidad.
A finales de este año también estará incluida en los calendarios de toda España la vacuna contra los meningococos A, C, W e Y, que se administra a los 12 años. Hasta ahora sólo se utilizaba en los centros de vacunación internacional. Además, en los próximos tres años se va a realizar lo que se denomina “campaña de rescate”, consistente en aplicar esta vacuna a adolescentes de entre 13 y 18 años.
La Asociación Española de Pediatría recomienda esta poner la vacuna de los meningococos A, C, W e Y también a los 12 meses. Para esta edad, sólo está incluida en el calendario de Castilla León y en 2020 estará en el de Andalucía.
Están identificados determinados los grupos de riesgo para los que las vacunas están totalmente financiadas: pacientes asplénicos (sin bazo), trasplantados de médula, personas con SIDA o personas que ya han sufrido una enfermedad meningococica.
A pesar de disponer una gama tan amplia de vacunas contra la meningitis, los padres deben saber cuáles son los síntomas de la enfermedad y cómo reconocerla. La meningitis cursa con fiebre elevada, dolor de cabeza intenso, vómitos en forma de “escopetazo”, rigidez de nuca y petequias.
¿Cómo distinguir la rigidez de la nuca? Debemos echar al niño en la cama boca arriba e intentar flexionar su cuello. Al hacerlo, como están inflamadas las meninges, el niño flexionará automáticamente las rodillas, lo que es un signo inequívoco de la infección.
En cuanto a las petequias, la clave está presionar estos puntos rojos. Si no desaparecen al estirar la piel estamos ante un síntoma de meningitis y debemos acudir inmediatamente a urgencias.
Francisco Álvarez. Pediatra. Coordinador del Comité de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.