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¿Estamos usando bien los cosméticos, para evitar problemas de salud?

  • Un mal uso de los productos cosméticos puede provocar alergias o reacciones indeseadas de cualquier tipo
  • Cremas, maquillajes, sombras de ojos o pintauñas, también tienen sus propios tiempos y sus formas de uso
  • Estos productos también caducan, así que no respetar la fecha indicada desde su apertura puede ocasionarnos algún problema

19 febrero, 2022

Rebeca Gil

Cuando compramos un medicamento en la farmacia lo primero que hacemos casi todos es leer el prospecto para saber cómo prepararlo, cómo conservarlo correctamente y cómo tomarlo o aplicarlo.

Es más, en muchos casos cuando salimos de la botica el farmacéutico ya nos ha dado la información básica al respecto.

Y además es habitual que revisemos con cierta frecuencia los medicamentos sobrantes que se nos van acumulando en casa para desechar los que ya están caducados, no vayamos a tomar de nuevo.

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Los cosméticos también necesitan cuidados

Pero ¿hacemos lo mismo con los cosméticos que utilizamos diariamente?

Cremas, maquillajes, sombras de ojos, pintauñas… también tienen sus propios tiempos y formas de uso. Términos que con toda probabilidad ni nos hayamos planteado nunca.

Pues bien, no hay que olvidar que al igual que ocurre con los medicamentos, los cosméticos tienen sus propias condiciones de conservación, aplicación…. Y sí, caducan.

Y su mal uso puede provocar algunos problemas de salud, como alergias o reacciones de cualquier tipo que, como ocurre con los medicamentos, se pueden comunicar al Sistema Español de Cosmetovigilancia de la Agencia de Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS).

Reacciones adversas por un mal uso de los cosméticos

Este organismo explica que tal y como ocurre con los fármacos,

«Antes de lanzar al mercado un cosmético es sometido a una evaluación de la seguridad para la salud humana, teniendo en cuenta el perfil toxicológico de cada uno de los ingredientes, el modo de aplicación, la información del etiquetado y la población a la que va dirigido el producto».

Es decir, las cremas o maquillajes que usamos son seguros.

Pero usarlos mal, sin atender a las indicaciones del fabricante, puede tener consecuencias.

De hecho, según la AEMPS, muchos de los efectos adversos que se les notifican están relacionados con este mal uso.

¿Cuándo usamos mal los cosméticos?

Hay cuatro formas de usar mal uno de estos productos.

Son cuestiones básicas, pero lo cierto es que tal y como observan los encargados de vigilar los efectos adversos, no se hace bien:

  • Ignorar el modo de empleo indicado en el etiquetado por el fabricante.
  • No hacer caso de las advertencias que aparecen en ese etiquetado (contraindicaciones, interacciones…)
  • Dar al cosmético otro uso distinto del previsto por el fabricante.
  • Y sí. Ya lo hemos dicho. Estos productos también caducan, así que no respetar la fecha indicada desde su apertura puede ocasionarnos algún problema.

¿Qué es lo que hacemos mal?

Como consecuencia de no seguir estas sencillas pautas facilitadas por la AEMPS, cuando llegamos con los cosméticos a casa hacemos algunas cosas mal que como advierten los expertos:

«Si bien parecen inofensivas, modifican las características que los fabricantes han considerado al realizar la evaluación de la seguridad de sus productos».

Y lo que solemos hacer mal es los siguiente:

  • Diluir el cosmético. Echarle agua, aceite o cualquier producto que ayude a aumentar la cantidad, a que lo haga más fluido o a rehidratarlos puede modificar la composición del producto y contaminarlo microbiológicamente. Así ponemos en riesgo tanto la seguridad del producto como su efectividad.
  • Mezclar productos. Si no lo hacemos, o no deberíamos hacerlo, con medicamentos ¿Por qué lo hacemos con cremas o serums? Estas mezclas no sólo alteran la seguridad provocando una reacción, sino que, además, «por un efecto sumatorio pueden alcanzarse niveles no seguros de ingredientes comunes».
  • Cambiar el producto a otro envase. Con esto pueden surgir dos problemas: se pueden perder las garantías del producto además de perder las instrucciones de uso si tiramos el envase original.

Pero, además, al manipularlo podemos abrir la puerta a la entrada de microorganismos al cosmético.

  • Conservar incorrectamente los cosméticos. Hay determinados productos que pierden su efectividad si están sometidos a temperaturas extremas o si les da el sol directamente. Si esto ocurre, no servirá de nada que los usemos e, incluso, puede generarnos una reacción.
  • Compartir productos cosméticos. Sobre todo, nos referimos a aquellos que usamos en ojos o labios. Hacerlo puede ocasionarnos una infección como una conjuntivitis o un herpes labial, por ejemplo.
  • Lavar las manos antes de usarlos. Aplicarnos una hidratante o un maquillaje con las manos sucias va a contaminar el producto.

Así que no debemos olvidar que a la hora de usar y conservar los cosméticos debemos tener el mismo cuidado que con los medicamentos o los alimentos, para proteger nuestra salud.

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