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Salud

Coronavirus COVID-19 ¿de la ficción a la realidad?

25 febrero, 2020

Los habitantes de una aldea gala irreductible a la conquista romana visitan Italia y durante su periplo se cruzan con un auriga romano de nombre… “Coronavirus”. Más viral que el propio virus, la estampa de la carrera de cuadrigas corresponde al comic de “Asterix en Italia”, publicado en 2017, y está haciendo las delicias de los usuarios de las redes sociales.

Y es que la creatividad e imaginación de escritores, guionistas y directores ha sembrado páginas y pantallas de historias de epidemias, pandemias, enfermedades mortales, grandes catástrofes naturales y todo tipo de ingenios artificiales. Con el paso de los años, algunas de estas ideas cinematográficas y literarias se han convertido en realidad.

Además del comic de Asterix, la crisis del coronavirus ha desempolvado otra historia que también se ha hecho viral. Y es que, en el año 1981 el escritor americano de novelas de terror Dean Koontz publicaba “The eyes of darkness”, la historia de una madre que busca a su hijo aparentemente muerto, que tiene como trama paralela la creación de un arma biológica consistente en un virus que causa una neumonía mortal, en torno al año 2020.

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Da la casualidad que, el creador de la “temible” arma biológica según la novela es un científico chino llamado Li Chen, que al desertar a los Estados Unidos, llevó consigo un disquete en el que se guardaban los secretos de esta poderosa arma que, casualmente también, se llamaba Wuhan-400 y había sido desarrollada en los laboratorios RDNA fuera de la ciudad de Wuhan.

Salvo el nombre, no hay más coincidencias entre el “arma perfecta” novelada por Dean Koontz y el coronavirus de Wuhan. En el libro, el Wuhan-400 sólo afecta a los seres humanos y tiene un índice de mortalidad del 100%. Afortunadamente, el COVID-19 tiene una tasa de mortalidad de entre el 2 y el 4% en Wuhan y de un 07% en el resto del mundo.

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En las primeras ediciones Dean Koontz bautizó a este virus como Gorki-400, aunque posteriormente, en el año 1996, aparece como Wuhan-400, sin estar claro el por qué de este cambio.

De otra índole es el extracto que inunda las redes sociales y que corresponde al libro “Fin de los días. Predicciones y Profecías sobre el fin del mundo”. La escritora y “vidente” Sylvia Browne describe entre sus páginas que alrededor del año 2020 aparecería una enfermedad grave, similar a la neumonía que se propagará por todo el mundo y que resistirá todos los tratamientos conocidos.

Según Browne, este virus aparecerá y desaparecerá de forma repentina, para resurgir nuevamente 10 años después y desaparecer de forma definitiva. Entre sus predicciones también señalaba la curación y la prevención del cáncer de mama antes de finales de 1999. Poco más que añadir…..

Pero si hay unos personajes de ficción conocidos por sus habilidades predictivas son “Los Simpson”. En un capítulo del año 1997 los personajes de la conocida serie leían un libro sobre el virus del ébola, que en 2014 provocó una importante crisis sanitaria. En 1993 en el capítulo “Marge encadenada”, una máquina de hacer zumos proveniente de Japón sembraba el pánico en Springfield al infectar a toda la comunidad con “la gripe de Osaka”.

También en el cine encontramos lo que algunos califican como “predicciones” del coronavirus. La más referida es la película “Contagio” dirigida en 2011 por Steven Soderbergh y que narra la rápida expansión de un virus mortal procedente de Hong Kong.

Puestos a encontrar similitudes con el coronavirus de Wuhan, en la ficción la enfermedad también proviene del este asiático y tiene su origen en los murciélagos que viven en las granjas porcinas. Poco más, ya que el virus cinematográfico produce encefalitis aguda no infección respiratoria, y es altamente letal. El virus real que inspiró esta producción en realidad es el virus Nipah, detectado por primera vez en Malasia en el año 1998.

Estos son sólo algunos ejemplos de la capacidad creativa y de imaginación que nos sirven de entretenimiento, pero hay muchos más. Autores como Julio Verne, H.G Wells, o películas como “Gattaca”, “Cyborg” o “2001: Odisea en el espacio”, fueron capaces de imaginar el futuro de muchas formas de comunicación actuales, pruebas genéticas ya desarrolladas, o, desgraciadamente, el armamento nuclear.

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