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El olfato canino, la pieza clave para la detección temprana de cáncer de próstata

Un estudio demuestra que la capacidad olfativa de los perros podría ser fundamental para el desarrollo de una máquina de detección más eficaz

13 marzo, 2021

Fabiola Corte

El cáncer de próstata es el segundo tipo de cáncer que causa más muertes en varones dentro del primer mundo. Hoy en día, como actividad de prevención, se utilizan cribados de población con suero antígeno (PSA) para la detección de este cáncer, con el fin de mejorar su pronóstico y evitar una mortalidad prematura. Sin embargo, expertos en la materia aseguran que las pruebas PSA suelen fallar en sus diagnósticos, por lo que una detección más precisa y rápida se hace necesaria. Y es aquí donde el olfato de los perros entraría en juego.

El olfato canino, según las investigaciones que se llevan a cabo -la última de ellas lleva por título “Feasibility of integrating canine olfaction with chemical and microbial profiling of urine to detect lethal prostate cancer”, podría ser un método en potencia para mejorar el diagnóstico de cáncer de próstata y así se le ha venido dando importancia a lo largo de las últimas tres décadas. Perros específicamente entrenados para esa detección pueden ser capaces de discriminar el aroma de diversas enfermedades humanas, incluyendo un amplio número de tipos de cáncer. Además, también se han publicado casos de perros que, sin entrenar, espontáneamente han mostrado interés en alguna parte del cuerpo de un miembro de la familia, resultando ser enfermos de cáncer. Todos estos descubrimientos apoyan la hipótesis de un último estudio que sostiene que la detección olfativa de cáncer es la clave para el desarrollo de un método eficaz, rápido y no invasivo.

Sin embargo, los perros en sí no son sensores de diagnóstico muy prácticos para tener en un hospital, ni son capaces de acumular datos ni de expandir su sistema operativo. Una máquina olfativa que simule el cerebro de los animales sí lo sería. De ahí que los expertos trabajen en la asociación de la capacidad olfativa de los canes para convertirla en pieza fundamental para el desarrollo de una red neuronal artificial (ANN) que permitiría cotejar los datos obtenidos con las actuales pruebas PSA y detectar de manera temprana los cánceres más agresivos y letales.

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El propósito de este proyecto de doble ciego era la detección de compuestos orgánicos volátiles (VOC) presentes en muestras de orina proporcionadas por pacientes enfermos. De esta manera, las mismas muestras fueron analizadas –u olfateadas– por un lado, por los canes, Florin y Midas, que obtuvieron un 73,1% de aciertos, y por el otro, por científicos que utilizaron por métodos químicos y microbianos. En adición, los diagnósticos fueron utilizados como herramienta para la creación futura de una ANN que simule los complejos neuronales de los animales y que sea de aprendizaje automático.

Aunque los resultados demostrasen la capacidad canina de discriminar, aprender y mejorar la detección, los expertos aseguran que el desafío sigue estando en cómo transferir la inteligencia canina a una máquina.