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Salud

Salicilanilida: El fármaco contra la tenia que también podría atacar al coronavirus

  • Un tratamiento para la tenia ha inspirado un compuesto que muestra una doble acción contra la Covid-19.
  • Los experimentos demuestran que actúa correctamente como antiviral y como antiinflamatorio.
  • Según los expertos, podría tratar la dificultad respiratoria aguda y ser eficaz con las nuevas variantes.

11 agosto, 2021

Patricia Díaz

Un grupo de medicamentos para tratar la tenia ha inspirado un compuesto que ha demostrado ser eficaz contra la Covid-19 en estudios de laboratorio.

Este posible fármaco forma parte de unas moléculas denominadas salicilanilidas, que ya se utilizan desde hace años contra ciertos virus.

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En combinación con la niclosamida, a día de hoy es eficaz tanto en animales como en humanos para combatir la infección por tenia.

Sin embargo, tiene limitaciones, pues puede ser tóxico y su absorción es principalmente intestinal. Una traba que supera sin problemas este nuevo compuesto.

La investigación, realizada por el Scripps Research Institute (Estados Unidos), ha sido publicada en la revista ACS Infectious Disease.

Doble eficacia: antiviral y antiinflamatorio

La salicilanilida modificada era uno de los 60 antivirales que estudiaron en este laboratorio hace años para luchar contra otra infección.

En ese caso, se trataba de una bacteria llamada Clostridioides difficile, causante de brotes de enfermedades diarreicas resistentes a los medicamentos en las instituciones sanitarias de todo el mundo.

Con la llegada del SARS-CoV-2, el equipo del Scripps Research empezó a analizar esta colección para ayudar a combatir la pandemia.

Primero investigaron en células con la colaboración de la Universidad de Texas. Más tarde, tras ver resultados prometedores, se llevaron a cabo los estudios en roedores.

Este compuesto, llamado «nº 11», se diferencia de los medicamentos comerciales contra la tenia en su capacidad para traspasar el intestino y ser absorbido al 80 % por el torrente sanguíneo.

Así, los experimentos demostraron que actúa correctamente como antiviral y como medicamento antiinflamatorio.

Este fármaco evitó que el SARS-CoV-2 depositara su material genético en las células infectadas, un proceso conocido como endocitosis.

En esta fase, el virus produce una capa de lípidos alrededor de los genes virales. Cuando esta capa se disuelve en la célula infectada se consigue replicar el virus fácilmente.

De este modo, el medicamento objeto de estudio evita la disolución de este paquete bloqueando así la fabricación de nuevas partículas virales.

Además, como actúa dentro de las células y no en los picos virales, también funcionaría en las nuevas variantes como delta y lambda.

Por otro lado, el Nº 11 consiguió calmar la inflamación en los ratones que utilizaron en la investigación.

Según los expertos, esto podría ser importante para tratar la dificultad respiratoria aguda asociada a las infecciones por Covid-19.

En concreto, redujo los niveles de interleucina 6, una proteína que es un factor clave de la inflamación que suele aparecer en las fases avanzadas de la Covid-19.

Los autores del estudio recalcan la importancia de encontrar medicamentos efectivos contra el coronavirus «ya que las nuevas variantes altamente infecciosas provocan nuevas oleadas de enfermedades y muertes en todo el mundo».

Otros fármacos esperanzadores

Además de los expertos del Scripps Research, son varios los equipos médicos que desde el inicio de la pandemia intentan conseguir un medicamento eficaz contra la Covid-19.

Entre ellos el Centro Médico Sourasky de Tel Aviv y su fármaco en fase II que ya logra curar al 90% de los pacientes en estado moderado o grave.

Se trata de la proteína D24, que está presente de forma natural en el cuerpo. Con ella buscan regular el mecanismo responsable de la tormenta de citocinas.

Este proceso está asociado a los peores casos de Covid-19 donde el sistema empieza a atacar las células sanas de los pulmones.

Aunque el medicamento se encuentra todavía en fase experimental y el equipo pide prudencia, los hallazgos ya son prometedores.

Otro tratamiento es el PF-07321332 de Pfizer basado en inhibidores de proteasas. Este tipo de fármaco actúa deteniendo las enzimas que necesita un patógeno para replicarse en las células humanas.

Los resultados en los ensayos de laboratorio están siendo esperanzadores y una de las grandes novedades es que se administra por vía oral.

Esto permitiría su uso fuera de los hospitales y se evitaría la congestión a la que están sometidos actualmente los centros sanitarios.

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