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Vaticinan 21.578 nuevos casos de cáncer de pulmón en varones y 7.971 en mujeres, y muchos se podrían evitar

  • El tabaco es el principal factor de riesgo evitable responsable de un 33% de los tumores y de un 22% de las muertes por cáncer, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  • En España, según el Instituto Nacional de Estadística, casi un cuarto de la población española es fumadora habitual.

31 mayo, 2021

Rebeca Gil

Los sanitarios no se cansan de decirlo. El tabaco es el principal factor de riesgo evitable responsable de un 33% de los tumores y de un 22% de las muertes por cáncer, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Si por si esto fuera poco motivador para dejar de fumar o para no empezar nunca hacerlo, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) quiere recordar y destacar que además en este momento de pandemia los fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar una forma severa de Covid-19 y de morir a causa de esta infección.

Y es que son ya muchos los estudios científicos los que demuestran que fumar está asociado a un mayor riesgo de infección por el SARS-CoV-2, a un mayor riesgo de infección grave, y un mayor riesgo de infecciones concurrentes, tanto víricas como bacterianas, relacionadas con un mayor riesgo de mortalidad.

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Además, el tabaco se asocia con muchas enfermedades que condicionan una situación de vulnerabilidad adicional frente a la infección por coronavirus.

Por ello, la SEOM destaca la importancia de «aprovechar la mayor concienciación de la sociedad sobre los efectos del tabaco y el miedo a enfermedad, debido a la pandemia, para lograr nuevos objetivos en la lucha frente al tabaco».

Un problema de salud pública de primer orden

El consumo de tabaco, primera causa de morbimortalidad evitable constituye un problema de salud pública de primer orden. De acuerdo con los datos de la OMS, más de 1,1 billones, ¡con b! de personas consumen tabaco y más de 8 millones de personas fallecen en el mundo por el tabaco cada año, tanto como consecuencia directa (más de 7 millones) como indirecta por exposición al humo ajeno en los no fumadores (1,2 millones).

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En España, según datos de Instituto Nacional de Estadística (INE), casi un cuarto de la población española es fumadora habitual, siendo especialmente preocupante la presencia de este hábito en jóvenes, ya que un 21,7% de la población de entre 15 y 24 años es fumador diario y hasta el 32% de la población de 25 a 34 años.

Aunque todavía sigue habiendo una mayor proporción de varones fumadores (27,9% de los varones son fumadores habituales frente al 20,2% de las mujeres), en las últimas décadas se ha producido una evolución desigual en el hábito tabáquico en mujeres y varones, con una tendencia al alza en mujeres y una reducción entre los hombres.

Esta modificación está provocando un aumento de las enfermedades relacionadas con los «malos humos» entre las mujeres. El 85-90% de los casos de cáncer de pulmón pueden atribuirse directamente al tabaco, y, de hecho, el cáncer de pulmón se ha situado como el tercer tumor más prevalente en mujeres desde 2019 según las cifras de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), frente a los varones, en los que va disminuyendo.

Aun así, sigue siendo más frecuente en varones, y se estima que para el año 2021, se detectarán 21.578 casos de cáncer de pulmón en varones y 7.971 en mujeres. Es importante tener en cuenta que estas estimaciones están realizadas sin tener en cuenta el efecto de la pandemia de la COVID-19 y por tanto estas cifras podrían diferir de las reales.

Además, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer tanto a nivel mundial como en España, siendo responsable de más de un 20% de las muertes por cáncer estimadas en 2020 según los datos de GLOBOCAN.

Además de afectar al propio fumador, el tabaco afecta también a los que conviven con él (fumadores pasivos), con un aumento del 20 al 30% en su riesgo de cáncer de pulmón.

No sólo cáncer de pulmón

La incidencia del tabaco en el desarrollo del cáncer de pulmón es clara, pero no es el único tumor que provoca. Fumar también es un factor de riesgo para el desarrollo otros tumores como los de cabeza y cuello, los esofagogástricos, los de vejiga, colorrecto, riñón y páncreas entre otros.

Es más, se calcula que hasta el 20% de los fallecimientos por cáncer en Europa se deben al tabaco, y que cerca de la mitad de los fumadores fallecerán por causas relacionadas con el tabaco.

Además, según señalan los expertos el tabaco va acompañado generalmente del consumo de alcohol, lo que supone que tiene el riesgo de desarrollar determinados tumores, como los carcinomas orofaríngeos o de esófago puede llegar a multiplicarse por 30 cuando se combinan ambos factores. Y es que como no existe un nivel seguro de consumo de tabaco.

Además de ser un factor de riesgo para el desarrollo de tumores, seguir fumando es impacta en la supervivencia de los pacientes con un cáncer ya diagnosticado. En pacientes con cáncer de pulmón, se asocia con complicaciones derivadas de los tratamientos, una reducción de la calidad de vida y una disminución de la supervivencia. Por todo ello, el no fumar se considera en la actualidad como la mejor medida preventiva frente al cáncer.

Cuidado con los cigarrillos electrónicos

Actualmente no se pueden excluir los riesgos para la salud asociados al uso intencionado de los cigarrillos electrónicos, aunque no contengan nicotina. De hecho, hay artículos que han demostrado que los cigarrillos electrónicos aumentan el riesgo de enfermedades neoplásicas y su uso se ha asociado con un mayor riesgo de COVID grave.

SEOM publicó un posicionamiento al respecto en el que se indicaba que no se puede recomendar el uso de cigarrillos electrónicos e instaba a llevar a cabo investigación científica que permita conocer en profundidad su eficacia y seguridad, regulándose entonces de forma adecuada.

De la misma manera, el uso de los productos de tabaco por calentamiento se considera peligroso para la salud. Aunque todavía disponemos de pocos datos, no disponemos de suficiente evidencia para considerar que estos productos sean más seguros que el tabaco convencional, y al igual que ocurre con los cigarrillos electrónicos, su uso puede suponer una pérdida de oportunidad para el abandono del hábito tabáquico.

Algunos beneficios de dejar el tabaco

Por si todavía alguien tiene dudas sobre los innumerables beneficios que dejar de fumar le puede reportar, la Fundación Española del Corazón repasa las principales consecuencias positivas tras dejar el cigarrillo en el olvido, tanto a corto como a medio y largo plazo.

  • Recuerda que, a los 20 minutos de dejar de fumar, tu ritmo cardiaco comienza a disminuir.
  • Tras 12 horas sin fumar, el nivel de monóxido de carbono en sangre disminuye hasta valores normales.
  • Cuando pasan entre dos y 12 semanas sin fumar, comienza a mejorar la circulación de la sangre y aumenta la función pulmonar.
  • De uno a nueve meses, verás como disminuye la tos y va despareciendo la dificultad para respirar.
  • Si ha pasado un año ya desde que lo dejaste ¡enhorabuena!, el riesgo de que puedas sufrir una cardiopatía coronaria se ha reducido un 50% respecto al de un fumador.
  • Entre cinco y 15 años después de dejar el tabaco, el riesgo de accidente cerebrovascular es igual que el de aquel que no ha fumado nunca.
  • Y tras 15 años, el riesgo de cardiopatía coronaria es el de un no fumador.