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El temido anisakis ¿es fácil de evitar?

Verano y vacaciones es igual a un incremento del consumo de pescado y marisco. Pasar el verano en lugares de costa nos asegura acceder estos productos a un precio razonable y, sobre todo, con una calidad excelente.

Y aunque el plan es tentador, hay que tener cuidado a la hora de consumir los productos del mar ya que pueden ir cargado de un parásito muy famoso, el anisakis.

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Se trata de un parásito con forma de gusano, de color blanco y de unos 3 cm de largo y menos de 1 mm de grosor.

Según explican desde la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), las larvas de estos parásitos se encuentran en el intestino y algunos órganos de la cavidad abdominal del pescado, aunque pueden encapsularse en la musculatura.

Y ¡cuidado!, no sólo aparece en el pescado «salvaje» sino que los de piscifactoría también pueden albergar estos gusanitos tan indeseables.

¿Qué tipo de pescado puede tener anisakis?

El doctor Francisco García Fernández de la FEAD explica que las especies más parasitadas por anisakis son la merluza y el bonito. También se puede encontrar en la pescadilla, la bacaladilla, el rape o la caballa.

«Sin embargo, los que más episodios de Anisakiasis producen son los pescados que se consumen con menor preparación (crudos, marinados…), como el boquerón, la anchoa y la sardina«, advierte el doctor.

Y es que hay que tener en cuenta que este parásito es capaz de sobrevivir a altas temperaturas, hasta los 50ºC, al contacto con el vinagre y a algunos métodos de ahumado.

Hay otras especies que también pueden albergar en su interior el anisakis: crustáceos como la langosta, la gamba o el cangrejo; o cefalópodos como el pulpo, la sepia o el calamar.

Para los amantes de los bivalvos tenemos una buena noticia. Los mejillones, las otras, los berberechos o las almejas están libres de anisakis. «Su forma de alimentarse, por filtración, impide que la larva anide en ellos», comenta el doctor.

En todo caso, los expertos en salud digestiva explican que «las conservas son seguras ya que el alimento está cocinado previamente a ser enlatado (excluyéndose en este caso las anchoas o los escabeches)».

Síntomas de una infección por anisakis

Los datos con que cuentan la FEAD sobre la incidencia de este parásito en la población está infravalorada porque tal y como reconocen los expertos el número de casos «probablemente sea mucho mayor de la publicada ya que los síntomas que ocasiona pueden ser atribuidos a otros procesos y no documentarse como Anisakiasis».

Los síntomas de que sufrimos una infección por anisakis se producen pasadas 48 horas de la ingestión, cuando las larvas comienzan a penetrar en la mucosa del estómago o del intestino delgado.

Las molestias pueden ser muy variadas según la Fundación del Aparato Digestivo:

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¿Cómo evitar el anisakis?

Las autoridades sanitarias nos dicen que es bastante sencillo evitar el anisakis porque los métodos para su eliminación son muy fáciles de realizar en nuestra propia cocina.

Así que ¿Qué tenemos que hacer para eliminarlo del pescado o marisco?

Me he infectado por anisakis ¿Qué hago?

Generalmente este tipo de intoxicaciones no revisten gravedad y sus síntomas mejoran de forma espontánea. Y es que no hay un tratamiento específico contra este tipo de infección parasitaria.

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Para las molestias digestivas se pueden tomar inhibidores de la bomba de protones, más conocidos como protectores gástricos. Si se produjera una obstrucción intestinal los corticoides pueden ser una buena opción.

Si además de la infección lo que se produce es una reacción alérgica habrá que recurrir también a los corticoides, además de a los antihistamínicos.