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Síndrome de taquicardia postural ortostática, otro desagradable síntoma de la Covid persistente

  • El síndrome de taquicardia postural ortostática es un incremento sostenido de la frecuencia cardiaca al realizar un mínimo esfuerzo.
  • La miocarditis, los infartos y los accidentes cerebrovasculares son las consecuencias cardiacas de la Covid más frecuentes.

02 septiembre, 2021

Rebeca Gil

A estas alturas de la pandemia el coronavirus ya se ha convertido en un problema de salud pública en su faceta más visible. El alto número de infectados, las hospitalizaciones y los fallecimientos que sigue causando.

Pero hay otra faceta del SARS-CoV-2 que los expertos llevan ya tiempo poniendo encima de la mesa como un asunto que va a afectar a la salud pública a largo plazo, el Long Covid o Covid Persistente.

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Pacientes que han pasado la infección con más o menos gravedad que quedan afectados por síntomas muy incapacitantes como el malestar general, la astenia, el cansancio constante, el dolor torácico, cefalea y la anosmia.

Pero también persisten otros síntomas como

  • cardiacos (palpitaciones, hipertensión arterial, taquicardias).
  • De coagulación (hematomas, microtrombosis).
  • Dermatológicos (urticaria, alopecia, erupciones cutáneas).
  • Problemas oftalmológicos, osteomusculares y, por supuesto, psicológicos.

El estudio de esta patología está centrando muchos encuentros científicos de todas las especialidades, como el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC por sus siglas en inglés).

Este evento ha dedicado una de sus sesiones a repasar las manifestaciones cardiovasculares más frecuentes de la Covid-19.

Y es que más allá del cansancio, la fatiga, la disnea (falta de aire) y la sensación de debilidad generalizada,

«el síndrome de taquicardia postural ortostática, que se caracteriza por un incremento sostenido de la frecuencia cardiaca al realizar un mínimo esfuerzo, es una de las manifestaciones más comunes entre los pacientes con Covid persistente, desde el punto de vista específicamente cardiovascular», explica el doctor Héctor Bueno, vicepresidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

El Long COVID incluye más 200 síntomas de curso fluctuante que provocan que un tercio de los pacientes sean incapaces de volver a su puesto de trabajo o retomar una actividad física normal.

Pruebas diagnósticas normales ante síntomas incapacitantes

Uno de los problemas más típicos de la Covid persistente es la disociación entre los síntomas y las pruebas objetivas de salud.

«Es común que los pacientes presenten una debilidad y una astenia intensas y, sin embargo, los resultados de las pruebas de evaluación de función cardiopulmonar o muscular sean bastantes normales», indica el doctor Bueno.

Como indica el vicepresidente de la SEC: «El Long COVID es un problema importante. En primer lugar, a nivel individual por el impacto que tiene en las personas que lo padecen y en su calidad de vida. Por otro lado, a nivel científico porque no se saben los mecanismos exactos involucrados y se necesita más investigación. Y en tercer lugar, a nivel asistencial porque no sabemos cómo tratar o prevenir esos síntomas. Y, por último, a nivel del sistema sanitario porque tiene un impacto en los reingresos, en las atenciones médicas y en las consultas».

Precisamente, los expertos han repasado las tasas de rehospitalización de algunos países. Destacando en Europa la de Reino Unido, donde la Covid ha provocado un 30% de reingresos, frente al 4% de España, pasando por el 10% de Italia.

Para el doctor Bueno, los reingresos tienen mucho que ver con el funcionamiento del sistema.

«Si das altas precoces, la tasa de reingresos es más alta. Puede que España, después de la primera ola, haya sido más conservadora y no haya dado de alta a los pacientes de forma tan rápida. Aunque esto es solo una hipótesis. Lo que sí es poco probable es que la enfermedad sea distinta entre unos países y otros», reflexiona.

Impacto de la COVID-19 en el corazón

Entre las consecuencias generalizadas agudas de la COVID-19, las más frecuentes son las neumológicas y el cuadro inflamatorio.

«En lo que respecta al corazón, tenemos la miocarditis (inflamación del miocardio) y también fenómenos trombóticos, como el tromboembolismo pulmonar y trombosis arteriales como el infarto o el accidente cerebrovascular», detalla el cardiólogo.

Estas condiciones revierten relativamente pronto, pero una pequeña proporción de pacientes mantiene cierto grado de daño miocárdico persistente.

Además, un estudio sueco publicado en la revista The Lancet ha demostrado que los pacientes que han padecido Covid-19 tienen un riesgo tres veces más alto de sufrir un infarto de miocardio o accidente cerebrovascular.

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