Al menos un 30% de la población de entre 20 y 40 años en España se ha realizado al menos un tatuaje. Y lejos de pasar de moda, este tipo de decoración cutánea va en aumento, según señalan los expertos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Al margen de cuestiones meramente estéticas, este tipo de práctica conlleva algunas enfermedades y trastornos que se deben tener en cuenta.
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«Si bien los efectos adversos derivados de los tatuajes son poco frecuentes y representan un porcentaje muy bajo en la clínica diaria, es importante prestar atención a las reacciones que se pueden presentar en los días sucesivos e incluso con el transcurso de los años», remarca el doctor Donís Muñoz Borrás, de la Clínica de Dermatología Médico-Estética del Dr. Donís Muñoz.
Entre los efectos secundarios, «las reacciones inflamatorias pueden aparecer en cualquier color de tinta, en un 80% se producen debido a las tintas rojas», remarca el Dr. Muñoz Borrás.
Estas alteraciones cutáneas se manifiestan a través de la hinchazón y prurito intenso de la zona. Una sensación de hormigueo o irritación de la piel que provoca el deseo de rascarse en la zona tatuada.
Tampoco es excepcional que se produzca la ulceración de la piel. En estos casos el especialista recuerda que «es fundamental requerir la atención por parte de dermatólogos».
¿Cómo se eliminan los tatuajes?
Por arrepentimiento, porque dejan de gustarnos, por cuestiones emocionales…. Son muchas las razones las que nos pueden llevar a desear deshacernos de un tatuaje. Por suerte, actualmente existen técnicas y herramientas innovadoras disponibles en el sector de la dermatología para la eliminación de tatuajes.
Los profesionales afirman que el empleo de láseres con tecnología en picosegundos (Ps) ha supuesto «cambios significativos» frente a otros como el Q-Switched de nanosegundos (Ns), empleados desde los años 90 y que «hoy en día siguen siendo los más utilizados».
La tecnología en Ps genera una mayor fragmentación de las partículas de tinta y, por consiguiente, una eliminación más rápida del pigmento.
Además, «permite emplear fluencias mayores y más eficientes, sin acarrear un mayor daño tisular, y generan una menor incidencia de efectos adversos sobre la piel tatuada».
El doctor Muñoz Borrás recuerda que «la complicación más frecuente, en este sentido, podría manifestarse en cicatrices de distinto grado, y que abarca desde cambios texturales hasta cicatrices hipertróficas y queloides».
Pero esta técnica va más allá, permite además tratar «un buen número de patologías dermo-estéticas gracias a la incorporación de una pieza de mano fraccional, ampliando así su viabilidad económica».
Tatuarse no causa cáncer
Por otra parte, el especialista en dermatología advierte de que, en paralelo al incremento de número de tatuajes y extensión de los mismos, «se aprecia un mayor número de lesiones tumorales tanto benignas como malignas sobre la piel tatuada».
Sin embargo, remarca que actualmente «no existen evidencias científicas suficientes acerca de la relación entre los tatuajes y el cáncer, y se considera que se trata más bien de una relación casual y no causal».
Decálogo a seguir si te haces un tatuaje
El doctor Muñoz Borrás afirma, que, aunque tanto en España como en Europa en general, este tipo de prácticas se suele realizar «con suficientes garantías higiénico-sanitarias», es importante atender a una serie de cuestiones antes y durante y después de hacernos un tatuaje.
- Lo primero: pensarlo detenidamente. Tanto la decisión que vas a tomar como el diseño que vas a escoger.
- En segundo lugar, elige un estudio homologado. Para saberlo, sólo tendrás que pedirles la autorización sanitaria pertinente.
- Hay que asegurarse de que el tatuador está «artísticamente capacitado».
- En cuanto a las tintas, pide siempre que estén homologadas en nuestro país o, al menos, en Europa.
- Haz una foto del bote de tinta donde figure la marca, el número de registro sanitario o el lote. Conserva la foto por si surgiera cualquier tipo de problema con la pintura.
- En cuanto a la gama cromática a elegir, ten en cuenta que el color rojo es el que suele causar más «problemas de intolerancia, tanto a corto como a largo plazo».
- Apuesta por tatuajes de color negro, es el tono más seguro.
- Ten en cuenta que en caso de arrepentirte los tonos amarillos, azules claros y blancos son más difíciles de eliminar.
- El método más usado para borrar los tatuajes es el láser Q-Switched.
- Y muy importante, si decides quitarte los tatuajes recuerda que son los dermatólogos los que deben atenderte para hacerlo con todas las garantías técnicas y sanitarias.
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