Lo hemos oído mil veces. Y seguramente lo hemos dicho otras tantas. «Siéntate recto» o «coge bien las bolsas de la compra que te vas a lesionar la espalda».
Ahora que comienza la vuelta al cole, muchos padres se están planteando qué tipo de mochila comprar a sus hijos para evitar que se lesionen la espalda. Pero ¿qué hay de cierto en todas estas afirmaciones?
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En el año 2019 un grupo de fisioterapeutas liderados por Diane Slater realizaron una revisión sistemática de muchos estudios sobre dolores de espalda que cuestiona muchos de los mensajes que sobre este tema se han venido dando durante todos estos años.
Tal y como explica el Vicedecano del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, Pablo Herrera, «no hay ningún estudio que relacione a largo plazo lesiones de espalda por mochilas. Durante muchos años se han estado lanzando mensajes de este tipo cuidado con las mochilas, que el peso excesivo daña la espalda, pero no es así».
Las lesiones que se pueden provocar por un exceso de peso son muy relativas. «Si la coges muy mal, la coges del suelo de forma brusca, te puedes hacer daño… pero entre los chavales estas cosas no pasan, no es habitual», afirma Herrera.
El fisioterapeuta explica que «si los niños fueran a estar cargados todo el día con mochilas de 20 kilos», se podrían producir lesiones. Pero en el día a día de los chavales esto no se produce.
Aunque es cierto que en algunas ocasiones los niños acarrean más peso del que deberían, los problemas de espalda o de otro tipo, están más relacionados con la obesidad y el sedentarismo que con las mochilas.
«Un niño, con una actividad normal, que haga deporte, ejercicio físico habitualmente puede llevar una mochila con peso sin mayor problema. Pero un niño que pasa 8 horas al día sentado jugando a la consola y sin levantar un peso, lógicamente cuando lo hace le cuesta», asegura Herrera.
En otras palabras, no se producen lesiones por el peso de las mochilas. Pero el cargar más peso o cargarlo mal puede ser el desencadenante final de algún problema previo.
En todo caso, según explica Pablo Herrera «son problemas a corto plazo, contracturas, aumento de tensión muscular. A largo plazo no suelen producir problemas».
Mochila ¿de hombro o de carro?
Pues depende. Los fisioterapeutas inciden en la necesidad de aplicar el sentido común a la hora de decidir.
Y es que la decisión va a depender de dos cosas: la cantidad de peso que vaya a cargar el niño y el tiempo que vaya a llevar la mochila a cuestas.
«En un trayecto corto en el que no se cargue mucho peso, si el niño está entrenado y, además, tiene que subir o bajar escaleras para acceder a clase o en el trayecto al colegio, las más cómodas serían las de hombro», detalla Pablo Herrera.
En cambio, si el escolar va a realizar trayectos muy largos con la mochila a cuestas, lo mejor son las de carro.
Organizar el peso en la mochila
En este punto, las recomendaciones sobre cómo organizar la mochila serían muy similares a las que aplican los montañeros y senderistas cuando se preparan para largas jornadas de excursión.
- Lo más pesado siempre situado en la parte de la mochila que va más pegada a la espalda o grande. En este caso serían los libros y cuadernos.
- Lo más ligero en la parte delantera. En las mochilas escolares sería el espacio reservado para el estuche, o el neceser con la mascarilla y el gel hidroalcohólico.
- Las cinchas deben estar siempre bien ajustadas. Si no, la mochila va a «bailar» y el peso va a ir hacía las caderas, lo que es bastante incómodo.
- En el caso de que se utilicen mochilas de carro, la disposición del peso no es esencial a la hora de manejarlas.
En todo caso, el experto insiste en que hay que «quitar miedos y no ser alarmistas. Sólo aplicar el sentido común».
Y lo más importante, aumentar la actividad física diaria de los niños, evitar el sedentarismo, y proporcionarles herramientas para que estén activos.
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